Valladolid

La plaza de la India estrena urbanización ante la inminente apertura de la sede de la ONCE

Rematada toda la estructura, las estancias y los espacios, las obras se han centrado en las últimas semanas en el exterior de la futura sede. En concreto, en la urbanización de la plaza de la India, donde el edificio ya se asienta sobre la parcela de nueve mil metros cuadrados que ocupa. Lejos queda la imagen de los operarios apilando material sobre el antiguo aparcamiento disuasorio de 199 plazas cerrado hace ahora treinta meses. Desde hace unos días, la estampa es bien diferente.

Allí ya se ha retirado la mayor parte de este material de obra. El espacio está prácticamente liberado de maquinaria, con la única salvedad de varias pilas de baldosas que esperan ser colocadas en los próximos días, y las casetas de los obreros. Todo indica que este pavimento irá a parar a los puntos peatonales del nuevo aparcamiento, que antaño contaba con pequeñas zonas para los viandantes de baldosa y tierra. La distribución del estacionamiento cambia también con la obra. Lo más relevante es la reducción de plazas, de las 199 a las noventa, reorganizadas ahora en dos bloques de aparcamientos dispuestos de forma contigua entre la casa de la India y el polideportivo Gregorio Fernández.

En los próximos días, los operarios procederán a colocar las baldosas sobre las futuras zonas de estacionamiento en lo que es casi el último paso antes de dar por finalizada la actuación en la plaza de la India. Después, apenas quedará asfaltar la calzada y pintar las marcas viales sobre el pavimento. La obra grande, eso seguro, ya está rematada, y en el exterior también se ha instalado toda la iluminación. Otro elemento que apoya esta nueva fecha para su inauguración y la inminente apertura de la nueva sede de la ONCE es que en el exterior del edificio ya se ha colocado un letrero con el símbolo del grupo social. «Estamos en los procesos finales. Este es un momento de muchos trámites y papeles que alargan todo un poco más, pero en Semana Santa haremos la mudanza», asevera el delegado de la organización en la comunidad.

La apertura de la sede también supone que los viandantes recuperen tras más de dos años cerrado el acceso peatonal que habitualmente conectaba la plaza con el túnel peatonal de Arco de Ladrillo. Desde entonces, este paso, que evitaba el actual desvío hasta la calle del Puente Colgante, ha permanecido clausurado. Desde la verja que impide el acceso se observa que se ha mantenido el mismo pavimento en la acera, pero que se ha modificado la iluminación, instalando las mismas farolas que en el aparcamiento. Desde aquí, los peatones enfilarán por el paso, que discurre entre la nueva sede y el lateral del polideportivo Gregorio Fernández, tramo donde se ha habilitado un nuevo acceso, más amplio que el anterior y que desemboca directamente en la plaza de la India. Además de las farolas y de la distribución del aparcamiento, también se han instalado alcorques donde se plantarán árboles.

En la nueva sede del grupo social trabajarán 65 empleados que prestarán servicio directo a los 180 vendedores y 944 afiliados de la provincia. De momento, ese trabajo lo hacen desde la antigua y actual sede de la ONCE, ubicada en la calle Muro y que ahora busca entrar en el mercado inmobiliario para su venta. El comprador podrá destinarla a usos terciarios, desde un hotel a una residencia. «Estamos en proceso de ponerlo en el mercado y se empezará a mover dentro de poco. Es cuestión de días, porque estamos muy cerca de mudarnos».

Una vez finalizada, la nueva sede ocupará una superficie construida de 5.551 metros cuadrados y albergará, además de las oficinas de la ONCE, las estancias de Ilunion, el grupo de empresas de la Organización Nacional de Ciegos Españoles, las sedes regionales del Comité Español de Representantes de las Personas con Discapacidad (Cermi) y de la Plataforma del Tercer Sector. El edificio consta de tres plantas más una subterránea y tiene forma de 'E' mayúscula si se mira desde arriba. Su construcción pondrá fin no solo a los meses de obra, sino a un proyecto que se remonta al año 2008 y que tuvo que ser parado en un primer momento por la crisis económica y que esperó hasta después de la pandemia para comenzar a ver luz. La inversión realizada asciende hasta los catorce millones de euros.