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Subrayan que el argumento de la deuda utilizado para abandonar el proyecto es solo un «eslogan publicitario» sin fundamento alguno con el único objetivo de avalar una decisión que consideran errónea. La Plataforma por el Soterramiento ha echado sus cuentas y le salen. Ahí van. ... El coste del túnel de 5,1 kilómetros para enterrar las vías entre Argales y Pilarica cuesta, dicen, 350 millones. Si el dinero que se va a destinar a los nuevos pasos de la integración –208 millones– se le resta a esta cantidad habría que abonar 142. Con la venta de los suelos ferroviarios está previsto hacer una caja de 646 millones, según la última tasación de Segipsa de 2019. Se le devuelven a Adif los 400 que pagó del crédito y quedan 246. Restamos los 142 que se necesitarían para la sutura urbana y eso arroja un superávit de 104 millones. Esos son sus cálculos. Esa es su factura.
Los portavoces de este movimiento, que el miércoles logró reunir «a más de 300 socios» en el centro cívico de Pilarica, reclamaron este jueves a las tres administraciones implicadas –Gobierno central, Junta y Ayuntamiento– que paren máquinas «porque está en juego el futuro de la ciudad». «El muro va a seguir existiendo con lo pasos que se plantean, habrá que seguir buscando un túnel para atravesarlo y eso no resuelve el problema de fondo», recalcó el socialista Cecilio Vadillo, exsubdelegado del Gobierno.
En su opinión, la decisión de dejar «aislados» a los 90.000 vecinos que viven en la margen este de las vías no calza con la idea de sostenibilidad e integración que defiende el equipo de gobierno de Puente. «Un corredor verde para unir toda la ciudad, eso sí haría de Valladolid una ciudad sostenible y ecológica», afirmó.
Para este colectivo, que iniciará en los próximos días una recogida de firmas para presionar a los tres socios de Alta Velocidad, el soterramiento es más viable que nunca. Puso José Luis Lara, exconcejal del PSOE con Ángel Velasco, el ejemplo de Murcia, donde sí se ha abordado la operación. «Valladolid cuenta con unos de los mejores terrenos ferroviarios de España y el precio del suelo está subiendo», apuntó. Los representantes de la plataforma consideran que los vecinos de Valladolid están «convencidos» de que la obra es necesaria, aunque tras muchos años de promesas incumplidas hayan terminado por «desmotivarse». Ellos quieren devolver la ilusión por una operación que tendría «beneficios incalculables» en todos los ámbitos: social, económico y urbanístico. «Queremos que se nos oiga y movilizar a la sociedad, Valladolid no se puede permitir dejar pasar esta oportunidad», remachaba Alfonso Peña.
Con las obras del triple paso de Delicias bajo las vías en marcha, la única opción para que el plan de integración se paralizara sería que prosperase el recurso que el PP ha presentado ante los tribunales contra esta intervención. No parece que ninguno de los tres socios de Alta Velocidad vaya a reconsiderar el convenio que firmaron en 2017. Solo los jueces podrían ordenarlo. La plataforma anuncia una intensa campaña entre la ciudadanía, y en especial en los barrios del este, para crear un clima de opinión que obligue a las autoridades a dar marcha atrás.
Han solicitado ya reuniones con las tres administraciones. La Junta les ha recibido, pero lamentan la falta de respuesta municipal. Vadillo instó al ejecutivo de Óscar Puente a organizar un debate público para contrastar datos, aunque dan por hecho que no les convencerán porque sus cuentas, aseguran, salen. Los tres portavoces del movimiento recordaron en que «diez ciudades españolas han ejecutado o están ejecutando soterramientos», mientras que otras diez tienen en marcha los proyectos para abordar estas obras. Para la plataforma las nuevas conexiones diseñadas en el plan de integración «no aportan nada» a la ciudad, que mantendrá una barrera insalvable si no se entierran las vías.
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