Una plataforma de alquiler de muebles con sello local

«La única forma de mantener sanas tanto la amistad como la empresa, es no dejar espacio para las medias verdades». Es lo que piensan Adolfo Delibes e Ignacio Posadas. Dos vallisoletanos para los que su amistad –forjada en el colegio Maristas– está por encima de todo, incluso del proyecto empresarial que comparten. Conscientes de la dificultad de tratar con un socio, más cuando hay sentimientos por medio, antes de iniciar la actividad redactaron un pacto en el que dejaron constancia de sus objetivos y obligaciones, para que «aunque vayan mal las cosas, nuestra amistad se mantenga intacta». Bajo esa premisa han creado Rentchester, la primera plataforma española de alquiler de muebles.

Adolfo siempre tuvo claro que algún día tendría su propia empresa, pero antes debía adquirir experiencia trabajando para otros. Así, al graduarse en Administración de Empresas decidió probar suerte fuera de España. Trabajó durante tres años en Dubái como analista de marketing y ventas para grandes empresas como Cemex y Nike. Estaba contento, pero fiel a su sueño empresarial montó una distribuidora de helados. «Todo me fue muy bien. Tenía unos socios locales y en abril de 2019 una gran empresa de Dubái nos hizo una oferta que no pudimos rechazar. Vendí la empresa y regresé a España», cuenta este joven.

El carácter analítico de Ignacio le llevó a la Ingeniería Industrial, carrera que terminó en Coventry (Reino Unido). Gran amante de los retos, se marchó a trabajar a China, para luego regresar a Madrid como consultor estratégico para empresas de energía e infraestructuras en Deloitte. Tres años después entró a formar parte de Grupo Indra, en Dubái. «Allí coincidí con mi amigo Adolfo. Estuve dos años en los que viajé y aprendí muchísimo», recuerda.

El germen Rentchester surgió en Dubái, cuando Adolfo tuvo que malvender todos sus muebles antes de regresar a España. «Fue un caos. Los vendí muy por debajo de su precio. Había invertido más de 3.000 euros y solo recuperé 1.000 después del trastorno de tener que enseñárselos a los posibles compradores», dice. Ignacio, que continuaba viviendo en Dubái y era consciente del problema de su amigo, investigó el mercado y comprobó que el alquiler de los pisos amueblados es, de media, el 40% más caro que si están sin amueblar. «A lo largo de mi vida me he mudado más de 10 veces de casa. Es una tendencia en la sociedad y pensé que la solución estaba en el alquiler. En España hay empresas que alquilan muebles para eventos, pero para domicilios apenas hay oferta y menos con nuestras condiciones», subraya Ignacio, a quien no le costó demasiado convencer a su amigo para poner en marcha el proyecto. «Quería que lo hiciéramos juntos. Al fin y al cabo, su problema había inspirado la idea», explica. Su objetivo era crear una empresa basada en la economía circular, con el fin de alargar el ciclo de vida útil de los productos. Así, lanzaron una encuesta a sus contactos de WhatsApp. El 70% se mostró dispuesto a alquilar muebles para sus casas. Despejadas todas las dudas, empezaron a montar una empresa con el objetivo de que «alquilar muebles fuera tan sencillo como comprar una pizza por teléfono».

Los trámites burocráticos han sido complicados. La marca Rentchester salió al mercado el pasado 25 de noviembre, primero con Adolfo como autónomo y, desde hace unos días, bajo la forma jurídica de una sociedad limitada, Vallis Tolitum SL, dada de alta el 1 de enero. «Los plazos, el papeleo y sobre todo los costes de tener que pagar casi 300 euros al mes antes de haber facturado nada, lo dificultan todo. Al ser autónomos societarios, no tenemos rebaja en la cuota de autónomos. Debería ser más fácil montar una empresa», expone Ignacio. Eso sí, ambos han solicitado la ayuda de retorno del talento del Ayuntamiento de Valladolid.

Rentchester es una plataforma que ofrece una solución real, sencilla y económica a aquellos que pretenden evitar los costosos gastos de amueblar una casa, el estrés de las mudanzas o el hecho de tener que utilizar muebles pasados de moda o elegidos por otros. El concepto es sencillo: los usuarios eligen entre un amplio catálogo, seleccionan el tiempo de suscripción y a los pocos días reciben los muebles en su domicilio u oficina, listos para empezar a disfrutarlos. «Al final de la suscripción pueden decidir si comprar o renovar el alquiler. Con esta propuesta los muebles dejan de ser una carga. Nosotros nos encargamos del montaje, transporte y desmontaje. Amueblar una casa de dos habitaciones y 100 metros cuadrados puede rondar los 130 euros mensuales. Son muebles modernos y preciosos, que han pasado por un proceso de limpieza», aclaran estos emprendedores.

Han llegado a importantes acuerdos con proveedores y firmas de logística y han creado una web muy intuitiva, donde los usuarios pueden elegir el periodo de suscripción, entre tres y 24 meses, con posibilidad de ampliar y acceder a otros periodos especiales. El servicio ya está disponible en Madrid y próximamente lo estará en Valladolid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Bilbao y Dubái. «En Estados Unidos hay empresas similares desde 2017 y en Alemania desde principios de 2019. Ahora también en España. Nos hacía ilusión tener en nuestra ciudad el centro de operaciones, aunque no descartamos abrir más oficinas», anuncian.

Su público objetivo es muy variado. Gente nómada que es feliz con la vida en una maleta, padres primerizos que quieren alquilar una cuna, estudiantes que comparten piso, gente que cambia de ciudad para trabajar y amantes de la decoración que quieren renovar cada poco el mobiliario de su casa. Han lanzado una potente campaña de comunicación con un protagonista especial, un viejo chester verde del abuelo de Ignacio. «Es nuestra imagen de marca. Lo hemos llevado al Retiro y la Puerta de Alcalá para grabar un vídeo promocional y representar los ideales de la empresa de alargar la vida útil de los productos», remata Ignacio.