La plantilla de Lingotes Especiales acusa a la empresa de inaplicar el alza salarial mientras sube la carga de trabajo

La plantilla «no le ve sentido» a la presentación de un ERTE «cuando se está trabajando a un ritmo de piezas por trabajador superior al de hace un año», por lo que ha impugnado la medida de manera que las partes se verán las caras este viernes en el Servicio de Relaciones Laborales (Serla). Mayor malestar ha producido la decisión de la compañía de descolgarse del convenio colectivo, «cuando en la firma del convenio, en 2019, ya se eliminó un plus de productividad y hace tres meses se llegó a un acuerdo de flexibilidad». Según explica David Gobernado, secretario del comité de empresa en el que están presentes SIVAME, UGT y CC OO, «la plantilla está cobrando un 25% menos, ha pasado del descontento al disgusto y está dispuesta a adoptar medidas más drásticas» que las manifestaciones de protesta. Esta tarde se repetirá una concentración de trabajadores, esta vez en la puerta de la factoría en la carretera de Fuensaldaña.

El conflicto por el convenio colectivo ha sido elevado a la Comisión Consultiva, en la Dirección General de Trabajo, que emitirá una resolución de obligado cumplimiento.

Desde la empresa, su presidente, Vicente Garrido Capa, señala que la discrepancia entre las partes será resuelta por la autoridad laboral, toda vez que el texto del convenio está abierto a la interpretación. «El comité sostiene que la subida ha de aplicarse con el IPC de diciembre, distorsionado por la fuerte subida de los últimos cuatro meses de 2021, mientras que la empresa considera que debe tomarse como referencia la inflación media de todo el año», explica. El dato de diciembre es el 6,5%, mientras que el segundo es el 3,1%.

En cuanto al ERTE, Garrido Capa argumenta que los trabajadores «protestan por algo que ni siquiera se sabe si se va a llevar a cabo». «Con todos los fabricantes medio parados y toda la industria auxiliar afectada, Lingotes tiene que protegerse por si las cosas van a peor. Con la producción actual no haría falta activarlo, pero si la cosa empeora no podemos seguir haciendo piezas para no venderlas», señala. En la actualidad, la fundición de la empresa vallisoletana está produciendo 6.000 toneladas al mes, cuando la cifra habitual es de 8.000 o 9.000, asegura.