Este es un momento, más que nunca, en el que antes de salir a la calle para hacer la compra se debe planificar bien en casa qué queremos comer. El confinamiento es un reto más para mantener una buena nutrición, en la que conviene evitar productos que no colaborarán un equilibrio saludable cuando no resulta sencillo el deporte o la actividad física al aire libre. Por eso, es necesario saber qué hay en casa antes de liarse en compras de alimentos, explicó la doctora Paula Crespo, especialista en Nutrición y Dietética del Hospital Campo Grande en una novedosa fórmula de Aula de Salud de El Norte de Castilla a través de su plataforma online elnortedecastilla.es en la que, al término de su intervención, ha respondido a las preguntas de los lectores.
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El Aula de Salud de El Norte, que cuenta con el patrocinio de Recoletas Red Hospitalaria y Gullón, versó sobre 'Alimentación saludable y cocina excelente para toda la familia en casa', justo cuando el confinamiento hace obligatoria la permanencia en los hogares y necesaria la atención a los hábitos de nutrición.
Graduada en Nutrición Humana y Dietética y en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y máster en Nutrición Personalizada y Comunitaria por la Universidad de Valencia, en la que se doctoró en 2017 y profesora de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, la doctora Crespo ofreció en su charla recomendaciones para acudir al mercado. «Más que nunca debemos planificar qué queremos antes de ir a hacer la compra. Por eso hay que revisar qué tenemos en casa», apuntó la experta quien propuso «hacer la lista antes de salir, priorizar la compra de productos de consumo preferente más tardío y evitar hacer acopio de producto fresco que se estropee pronto, enumeró. Esto evita un aumento del desperdicio de alimentos «y el aumento del consumo de productos de baja calidad nutricional. Si no se compran, no se consumen», razonó.
La doctora Crespo resaltó que no existe una dieta específica para esta situación, porque no está demostrado que cure nada. «Lo que es importante es un buen estado nutricional, una dieta rica en vitaminas y minerales que mantengan fuerte nuestro sistema inmune», explicó y puso ejemplos, «como los alimentos ricos en vitaminas y minerales: frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos, semillas, huevos y pescado», recordó.
Algunos nutrientes como el cobre, el hierro, el cinc y el selenio, o las vitaminas B12, A y C ayudan al sistema inmune, «pero las cantidades necesarias para mantenerlo las podemos conseguir con frutas y verduras variadas y a diario» precisó Crespo. Y otros alimentos aportan la vitamina D: champiñones, setas, lácteos, pescado azul y yema de huevo. Si e posible, conviene salir a la ventana, o al balcón unos quince minutos para que el sol nos de en la cara, en el cuello y en las extremidades. «Y consumir a diario alimentos ricos en vitamina D», dijo la nutricionista.
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Habló por último del problema que puede suponer el padecimiento durante esta cuarentena de lo que denominó 'hambre emocional' una sensación «que no se llena siempre con comida» y dió algunas pautas para distinguirla del hambre real y para saber «cómo gestinarla» indicó. «El hambre emocional llega de repente, se antojan comidas específicas y además, se come de forma casi automática, sin consciencia» resumió Paula Crespo. La consecuencia es que en muchas ocasiones no se para cuando se está lleno. «Eso es una de las cosas que la diferencian del hambre real, que llega gradualmente, se satisface con cualquier comida, también la que tiene un carácter más saludable y lo más claro, se en cuanto se está satisfecho», apuntó la experta.
Quien en sus respuestas a las preguntas de los asistentes al evento aclaró entre otras muchas cosas las dudas sobre las meriendas más saludables para los niños, en las que defendió entre las dulces los cereales, lácteos o fruta con preparaciones calientes o brochetas con cobertura de chocolate negro y en las saladas «no tener miedo a combinar», dijo.
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Una compra equilibrada exige que no falten las conservas, «un aliado para tener disponibles frutas y verduras que aguantan bien y así consumir verdura con frecuencia» aconsejó Crespo, quien se inclina por las latas, conservas y ahumados de pescado como sardinas, caballa, atún o mejillones, junto con pastas integrales a base de legumbres, arroz y quinoa; las legumbres, de bote o en seco; los frutos secos y encurtidos. «Los alimentos congelados no pierden propiedades» recordó y recomendó, tubérculos como patatas y zanahorias, naranjas y huevos.
«También es importante hacer hincapié en qué evitar» precisó Paula Crespo para quien ahora es más fácil conseguir esto ya que, «es más difícil consumirlo porque salimos con menos frecuencia a comprar». Su consejo es tratar de no consumir ahora comida precocinada, porque hay más tiempo para cocinar y se debe aprovechar, pero sin rebozados y fritos, así como huir de la bollería industrial, de cereales y lácteos azucarados, los snak salados tipo nachos, patatas fritas, frutos secos fritos (optar por naturales y tostados), palomitas o chucherías.
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Paula Crespo aconseja conservar los huevos en la nevera y evitar cambios de temperatura frecuente, «Que solo salgan del frigorífico los que se vayan a usar». Champiñones y setas: guardar sin lavar en la nevera, porque la humedad los reblandece. Para las verduras de raíz, como zanahoria o la remolacha, aguantan bien en la nevera, mientras que las verduras de hoja verde deben permanecer en la nevera hasta su consumo. «El brócoli y la coliflor son muy sensibles al etileno de otras frutas y verduras se deben guardar separadas del resto» advirtio.
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