El Pisuerga duplica su caudal y anega sus paseos inferiores en Valladolid

La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), no obstante, tiene hoy bajo vigilancia otro río al norte de la provincia, el Cea, que ha triplicado su caudal en su tramo bajo (antes de su desembocadura, ya en León, en el Esla) y pide «extremar la precaución en sus riberas». El afluente del Esla anega desde ayer sus riberas a su paso por localidades vallisoletanas como Melgar de Arriba. La punta de su crecida, en dicho tramo bajo, se está alcanzado en la jornada de hoy y su tendencias más al norte, en Sahagún (León), donde arrastraba al mediodía 45 metros cúbicos por segundo (38 por la tarde) es descendente. Un volumen similar, aún ligeramente ascendente, arrastra aguas abajo, en Valderas (León), con 43 metros cúbicos por segundo al mediodía y 58 a media tarde.

En cuanto a los dos grandes ríos de la cuenca, como son el Pisuerga y el Duero, la punta de la crecida ha llegado a Valladolid, donde cubre sus paseos inferiores en el tramo habitual en torno al embarcadero del Catarro y la caseta de los Amigos del Pisuerga, bajo los pilares del puente de Poniente. Su caudal, y con tendencia aún ligeramente ascendente, alcanza este mediodía los 260 metros cúbicos por segundo, prácticamente el doble que hace 24 horas, cuando marcaba 132, y a media tarde a superado los 280 y con tendencia aún ascendete. El río se encuentra, no obstante, lejos de su nivel de alerta (619). Y la punta se espera que sea moderada.

La CHD, eso sí, mantenía aún por la mañana el aviso amarillo aguas arriba, en la localidad palentina de Cordovilla -es la única estación de la cuenca con dicho aviso activado-, donde aún arrastra 123 metros cúbicos con una tendencia ya descendente. El aviso, de hecho, se ha desactivado a media tarde.

El organismo de cuenca, en cuanto al nivel del Pisuerga y sus afluentes, ha destacado este miércoles el «papel crucial» desempeñado por sus embalses en la provincia palentina entre la noche del domingo y la jornada del lunes, cuando laminaron sus caudales hasta el punto de reducir la presente avenida hasta en un 24% en el caso de Cervera, un 21% en Aguilar de Campoo y cerca del 10% en Camporredondo y Requejada.

Las puntas tanto en la parte alta del Pisuerga como en el Carrión se alcanzaron en los días pasados y ha sido este miércoles cuando ha llegado a la capital vallisoletana para desplazarse poco a poco hacia el Duero. Este último también está experimentando una notable crecida, aguas abajo de la desembocadura del Pisuerga, y superaba al mediodía los 280 metros cúbicos en San Miguel del Pino, cuando ayer alcanzó una punta de 174. La crecida, no obstante, también se espera que sea moderada y solo afecta a su tramo posterior a la desembocadura. A media tarde superaba ya los trescientos y con tendencia ascendente.

Otro río que ha duplicado su caudal en las últimas horas al sur de la provincia, aunque sin alcanzar su nivel de riesgo, es el Cega, que este miércoles rondaba los nueve metros cúbicos por la tarde, cuando ayer marcaba 3,9. El Adaja, en paralelo, ha experimentado también una notable crecida hasta superar los diez metros cúbicos por segundo.

Y el Esgueva, a su vez, mantiene un caudal estable situado en los 3,7 metros cúbicos por segundo a su paso por la capital, muy alejado también de su nivel de alerta (a partir de nueve).

De vuelta al norte de la provincia, allí el Valderaduey alcanzó ayer su punta del año, cuando superó los dos metros cúbicos por segundo y este miércoles ha visto reducido su caudal a la mitad, con apenas un metro cúbico por segundo y con tendencia descendente.

Las abundantes lluvias dejadas al paso de las últimas borrascas están detrás de este episodio de crecidas de los ríos y han llenado los embalses de la cuenca del Duero, que este miércoles se encuentran al 77,1% de su capacidad, diez puntos más que hace un año y quince por encima de la media de los últimos diez.

En el caso de Valladolid, las últimas borrascas han dejado ya 77,4 litros por metro cuadrado, el 73% más de lo esperado para todo el mes completo (44,8), a la espera de las cantidades que deje Ivo, cuyos coletazos mantienen en aviso amarillo por fuertes vientos a la provincia hasta las cuatro de la tarde de hoy. El viento, por ahora, ha alcanzado los 45 kilómetros por hora en la capital (podría llegar a los 70).

A partir de media tarde se espera que el temporal amaine y en los días siguientes, hasta que concluya la semana, no se esperan más lluvias, aunque sí un descenso de las temperaturas, especialmente las mínimas (volverán las heladas), fruto de la irrupción de una masa de aire ártico.