El pirómano de la calle Pato: «Tengo gasolina y mecheros y sé cómo quemar el edificio»

Antonio, que así se llama el detenido, permanece ingresado en el módulo penitenciario del Clínico, donde está recibiendo atención psiquiátrica, arrastra graves problemas de adicción y violencia y cuenta en su historial con cuatro antecedentes, dos de ellos por amenazas. El vecino de Pajarillos ha protagonizado cuatro incidentes solo en lo que va de mes y acumula dos detenciones en los últimos ocho días.

Su primer arresto se produjo el jueves de la semana pasada, día 2, cuando fue arrestado por amenazar a una mujer en el paseo del Cauce con golpearla «con dos barras de hierro oxidadas de un metro cada una», que llevaba en un carro de la compra, después de que la víctima le recriminara que tirara basuras a la calle. El segundo incidente, ya en su domicilio del número 3 de la calle Pato, ocurrió el sábado siguiente, día 4, cuando sufrió quemaduras en las piernas -fue evacuado al Clínico para ser atendido- fruto de un incendio en la montaña de basuras que acumula en su vivienda.

El siguiente episodio, y por partida doble, tuvo lugar el miércoles, día 8. La Policía Local, en primer lugar, acudió de nuevo a su vivienda para sofocar un incendio en la terraza del domicilio originado por una sartén, y es literal, cuando estaba haciendo la cena en torno a las nueve de la noche. Este primer incendio obligó a intervenir a una dotación de Bomberos.

Apenas dos horas después llegaba un nuevo aviso al salir humo de su vivienda, esta vez procedente de su interior. De nuevo acudieron policías, esta vez nacionales, y bomberos, que se encontraron con que el propio inquilino había sofocado el fuego ante la llegada de las patrullas. Los vecinos del bloque, de cinco alturas, habían abandonado el inmueble de manera preventiva.

Policías y bomberos inspeccionaron la casa de Antonio y, al margen de las toneladas de basura acumuladas, se encontraron con distintos efectos quemados a su paso y con el inquilino muy alterado y profiriendo gritos contra los agentes. Pero no solo eso. Advirtió entonces que le «daba igual lo que les ocurriese al resto de vecinos» y anunció a continuación de que «tenía gas, gasolina y unos mecheros y que sabía cómo quemarlo todo».

Los agentes, dada la situación, intentaron desalojarlo. El hombre, de 59 años (cumplirá sesenta este año), ofreció entonces una «fuerte resistencia» y forcejeó e insultó a los policías antes de que estos lograran reducirle. Después fue trasladado, en calidad de detenido por un delito de incendio y otro de resistencia y desobediencia, al Clínico, donde también se mostró agresivo en intentó «golpear en reiteradas ocasiones a los sanitarios y a los agentes que le custodiaban», según han relatado hoy fuentes del Cuerpo Nacional de Policía.

Antonio permanece por ahora ingresado en el módulo penitenciario del Clínico. El miedo a su salida y a su vuelta a casa continúa en paralelo entre sus vecinos de la calle Pato.