Pipi, que cumplirá 36 años de edad el próximo mes de julio en prisión, acumula desde 2015 tres condenas por robos con fuerza. Durante la vista oral del pasado lunes admitió su responsabilidad en los delitos que se le imputaban, aunque no con las penas que pedía el fiscal, que finalmente es la que se le ha impuesto, aunque la sentencia no es firme y puede ser recurrida ante la Audiencia de Valladolid.
La caza partió de Salamanca
Esta causa contra la banda del BMW empezó con un atestado de la Guardia Civil de Salamanca, durante la investigación de un rosario de al menos cuarenta robos en polígonos y áreas de servicio por toda la comunidad atribuidos a este grupo criminal durante 2017 y 2018. La parte de los robos ocurridos en la provincia de Valladolid fue repartida al Juzgado de Instrucción 6 , que ha tramitado estas diligencias, relacionadas con el robo de un camión en el párking del hostal Paco, el asalto a la nave de una constructora y el robo de un coche de la marca favorita de la banda en Laguna.
La sentencia establece que la participación de Rivera en los cuatro delitos no presenta duda ante «el reconocimiento expreso de culpabilidad» del acusado y las pruebas aportadas por la Guardia Civil, que situaron a Pipi en las inmediaciones del Polígono de la Loba y del de Getafe donde fueron localizados materiales sustraidos del camión Scania (solo el material audiovisual estaba valorado en 200.000 euros) y de la empresa de materiales de construcción asaltada. Fue en el polígono vallisoletano donde también se recuperó el BMW robado.
No ocurre lo mismo respecto de Jonathan Álvaro Martín y Jonathan Plaza Rivera, los otros dos acusados de formar parte de la banda criminal, cuya autoría en los hechos, sostiene el juzgador, no ha podido ser acreditada «por la vaguedad, indefinición y parcialidad de los indicios aportados contra ellos», más allá del «parentesco de uno y la amistad con el otro» con Pipi, subraya en su sentencia el magistrado Miguel Ángel Martín Maestro.
El magistrado tiene en cuenta la reincidencia y la «nula capacidad de reinserción» del acusado, con un historial delictivo de 38 condenas
El sentenciador argumenta la imposición al líder de la banda del BMW de la totalidad de las penas solicitadas por el ministerior fiscal, que suman once años de prisión, en el alto grado de planificación e infraestructura realizado que necesita «la comisión sucesiva de hechos delictivos»: desde el robo de vehículos de gran capacidad hasta la usurpación de inmuebles para ocultar botines. Agrava la condena también, indica, el daño causado, no solo por la sustracción sino por los destrozos ocasionados para ello. Pero incide especialmente la sentencia en «la enorme cantidad de antecedentes penales hasta alcanzar las 38 condenas a lo largo de su historial delictivo, lo que implica una nula capacidad de reinserción«. Considera el magistrado que la rebaja de las penas sobre la inicialmente propuesta por la Fiscalía, en atención a que el reo ha reconocido su culpabilidad, »es suficiente beneficio«.
Además, Rivera tendrá que hacer frente a indemnizaciones, en concepto de responsabilidad civil, que superan los 25.600 euros por el coche y los materiales robados a Construcciones Llorente, más una cuantía aún por determinar a la empresa propietaria del camión Scania y por el valor de los artículos audiovisuales sustraídos en su interior.
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