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No ha sido posible batir el récord de la edición más numerosa hasta la fecha, la de 2023, con 43.316 inscritos, pero los números de la cuadragésima segunda concentración motera de Pingüinos mejoran notablemente la participación de la anterior convocatoria, marcada por el ... mal tiempo y las cancelaciones de última hora. En esta ocasión han sido 41.120 los pingüinos que han tomado las calles de Valladolid y el recinto de la antigua hípica, que, como ha confirmado el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, pasará a adoptar el nombre de la que es la concentración europea invernal más grande de Europa. «Va a pasar a llamarse 'Pingüinos Arena' para que lleve siempre el recuerdo de algo tan sentido para nosotros», ha incidido el edil.
Con estos números, Pingüinos 2025 roza el récord de asistentes, a menos de 3.000 participantes de la insignia, si bien la cifra final deja en la organización una sensación de éxito, dado que, según ha explicado José Manuel Navas, coordinador general de Mototurismo, han sido las restricciones de aforo impuestas este año, que impedían el acceso al recinto a aquellas personas que no vinieran en moto hasta las 19 horas, lo que ha marcado esa diferencia, de apenas 2.196 inscritos.
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«Posiblemente esté batido el record», ha incidido Navas a tenor de las circunstancias de la que ha sido también una edición «ejemplar» en cuanto a la conducta y el civismo de los asistentes, sin incidentes reseñables más allá de «pequeñas lesiones dentro de la normalidad». Un dato que confirman desde el 112, que no han registrado más incidentes con motos implicadas que el que tuvo lugar a última hora de la noche del sábado en Parquesol, un arrollamiento en el que resultaron heridos un motorista y un usuario de Biki y que no estaría relacionado con la concentración. Por su parte, Cruz Roja, encargada del operativo especial, ha citado en 66 las personas atendidas, en su mayoría por patologías leves tales como quemaduras, cortes o contusiones, y de las cuales solo nueve han sido trasladadas a un centro sanitario.
Una sensación de éxito compartida por la organización y el alcalde, Jesús Julio Carnero, que ha aseverado que más allá del número de inscritos, seguramente habría más personas en la calle, ya que «Valladolid ha estado petado». Carnero ha presumido de que Pingüinos es ya un evento «consolidado» que es «uno de los santos y señas de la marca ciudad de Valladolid» y en el que prometen seguir trabajando. Unas novedades que no se han concretado pero que podrían pasar por retomar el reto que se tenía para la presente edición, tal y como anunciaba días antes Navas, de prolongar Pingüinos a una semana.
Positiva también ha sido la valoración en térmicos económicos del retorno que deja en la ciudad la concentración motera, con una ocupación hotelera que, según prevé -a falta de los datos definitivos-, la concejala de Turismo, Blanca Jiménez, habría superado el 80%. El edil ha querido resaltar el empeño de Jiménez en lo que consideran desde el Consistorio la novedad más importante de esta 42 edición, que supone haber habilitado una zona para personas con movilidad reducida.
La fiesta de clausura, que ha abarrotado la carpa principal, ha distinguido con los pingüinos de oro a Mireia Badia, campeona del mundo de Enduro Women; y a José Luis Berenguer, presidente de la Federación de Motociclismo de la Comunidad Valenciana, siendo este último un reconocimiento a todos los motoristas que han acudido como voluntarios de la DANA.
«Pedimos ayuda y en media hora ya teníamos más de 1.500 correos», ha explicado Berenguer, que ha aseverado que el premio se custodiará en la federación valenciana y se moverá por distintos eventos en recuerdo de todos los que han venido ayudar, con especial mención a un grupo de más de 300 motociclistas vallisoletanos que se trasladaron a la zona cero de la tragedia. «La pasión de las motos es solidaria como todo el mundo», ha presumido Berenguer.
Laia Badia
Campeona del mundo de Enduro Women
La barcelonesa Badia tampoco ha escatimado en palabras de agradecimiento por el reconocimiento, que lo es a su carrera, tras tres subcampeonatos en su disciplina en los que se quedó cerca del triunfo y la ansiada primera posición lograda en 2024. «Estar aquí ha sido una experiencia increíble, no he visto nunca antes tantas motos juntas, se tiene que venir una vez en la vida», ha expresado sobre la experiencia de participar en Pingüinos tras la que ha sido su primera edición y de la que se lleva la distinción al mérito deportivo.
Posteriormente se ha obsequiado en base a méritos a distintos participantes y peñas moteras, repitiendo premio algunas de ellas como el Motoclub Froilanes, ocupando el tercer puesto de la clasificación nacional por puntos y el primero en cuanto a número de inscritos, 137 pilotos venidos desde distintos puntos de España. También subía dos veces al escenario el gaditano David González Arroyo, como asistente peninsular más lejano y en la categoría de vespinos, que alentaba a los presentes a no tirar la toalla con el sorteo de la Yamaha. «No tiréis los tickets que la moto toca» ha aseverado, tras explicar que en la edición de 2013 fueron sus padres los agraciados.
Uno de los momentos más emotivos de la fiesta final de Pingüinos 2025 ha llegado durante la entrega del trofeo a los pilotos más experimentados. Y es que Julio Jiménez, que ansiaba este año conseguir el pingüino de más edad a sus 82 años tras lograr la medalla de plata en 2023 y 2024, ha subido al escenario repitiendo puesto en el podio, en el que ha tenido unas palabras de recuerdo para dos compañeros, que no han podido acompañarlo en esta edición por problemas de salud: «He venido solo y recién operado de la rodilla».
Tras las múltiples condecoraciones, el sorteo ha repartido premios de lo más variado, desde noches de hotel, entradas para Moto GP, cascos, chaquetas o neumáticos y el premio gordo: una moto Yamaha, cedida por el concesionario DCV Valladolid, que ha ido a parar a Laguna de Duero. El destino ha querido que haya sido Martín Extremo, un joven de 15 años que minutos antes había subido al escenario con la esperanza de encontrar las llaves perdidas de su moto, el agraciado con una Yamaha de 125 cc, que tendrá que esperar a estrenar. «Me tengo que sacar el carnet cuando cumpla los 16», explica Extremo, que rebosa euforia: «Ha aparecido la llave y ahora tengo otra moto».
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