La Fiscalía pide para Víctor A.A.C, Juan Ramón J.B. y Julio B.A.V diez años y tres meses de prisión para cada uno de ellos. Son cinco años por el robo con violencia e intimidación y uso de arma blanca y otros cinco años y tres meses por detención ilegal. Se solicita también que se les imponga el pago de una indemnización, de forma conjunta y solidaria, de 640 euros, que es el montante de la ayuda social de la mujer que se llevaron.
Según el relato de la acusación pública, los hechos se produjeron a primera hora de la mañana del 17 de diciembre de 2017 en el piso de la Avenida de Segovia que compartían uno de los acusados, Víctor A.A.C, apodado 'El Mago', y la víctima, Irene F.G, que acababa de cobrar la ayuda de los Servicios Sociales, una circunstancia que conocía su compañero de piso. Este, sostiene el fiscal, se habría puesto de acuerdo con los otros dos procesados, Juan Ramón J.B. y Julio B.A.V, y habrían fraguado un plan para apoderarse de dicha cantidad.
Con un cuchillo jamonero
Los tres entraron en el piso con las llaves de Víctor y, mientras los otros dos hombres se escondían,. él se dirigió a la habitación de su compañera «a quien llamó de forma insistente para que saliese, argumentando que quería hablar con ella». La mujer salió y ambos se dirigieron al salón. Allí aparecieron de repente los otros dos acusados, cerraron la puerta de la estancia y entre los tres hombres empujaron a la víctima y lograron tirarla al sofá. En ese momento, señala el escrito de acusación provisional, Juan Ramón sacó un cuchillo jamonero que llevaba y que puso en el cuello a la víctima, mientras que Julio exhibió una navaja en tono amenazante. Una vez inmovilizada le ataron las manos con cuerdas mientras que Víctor en ese momento «intentó besarla, aunque ella le repelió con las piernas, con lo que también se las ataron».
Entonces, Juan Ramón se dirigió a la habitación de la mujer donde, tras revolver cajones, logró apoderarse de 640 euros que había encontrado y regresó al salón con el dinero y un ordenador portátil. Advirtió entonces a Irene de que «solo habían venido a por el dinero y que sabían todo de ella y que, si no quería que le pasara nada, que no les denunciase».
Los tres acusados se marcharon y dejaron a la víctima atada de pies y manos, si bien ésta logró desatarse los pies. Después consiguió acudir al domicilio de un amigo, quien encontró el ordenador portátil tirado en el suelo del rellano del edificio. El amigo la liberó de las ataduras en las manos y le relató lo que que le había ocurrido minutos antes.
Según el escrito de conclusiones provisionales de la acusación pública, los tres procesados son coautores de un delito de robo con violencia e intimidación y uso de arma blanca y un delito de detención ilegal. Además considera que concurre la circunstancia agravante, en ambos delitos, de abuso de superioridad.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.