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«Pese a los palos que le dio la vida, siempre ayudaba a los demás»

«Pese a los palos que le dio la vida, siempre ayudaba a los demás»

Víctima ·

Candelas Veganzones Gutiérrez, de 85 años, falleció a causa de un paro cardíaco tras haber dado positivo en coronavirus

Berta Pontes de los Ríos

Valladolid

Jueves, 10 de diciembre 2020, 07:21

Candelas Veganzones Gutiérrez, de Valladolid, falleció el pasado 17 de septiembre tras dar positivo en coronavirus en la residencia de ancianos de Herrera de Duero. Su nieta, Mónica Martín Ramírez, recuerda a su abuela como un «pilar fundamental en la familia» y una mujer que siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás en lo que podía.

La infancia de Mónica tiene como protagonista de las reuniones familiares a su abuela Candelas. «Nuestra relación fue siempre muy estrecha porque pasábamos largas jornadas en su casa mientras ella cosía o hacía dulces», recuerda Mónica. Cada sábado, semana tras semana, era el día de acudir a casa de Candelas a comer cocido y su nieta recuerda que «las puertas siempre estaban abiertas, daba igual cuántos fuéramos que siempre había un plato de comida para todos». Gracias a ella la relación entre el resto de la familia es «más que buena», algo que todos agradecen que haya dejado como legado. Disfrutaba con la presencia de sus siete nietos y sus dos bisnietos, quienes la visitaban muy frecuentemente.

Candelas Veganzones se casó con Juan Antonio Ramírez y tuvieron cuatro hijos: Juan Antonio, Carlos, Celeste y Teresa. Enviudó muy joven, con 57 años, y Mónica reconoce que «siempre ha sido muy fuerte, a pesar de los palos que le ha dado la vida». Tras perder a su marido, la vida le dio otro duro golpe en 2014, cuando falleció su hijo mayor, lo que provocó un estancamiento en Candelas y «apenas quería salir de casa, éramos nosotros los que teníamos que tirar de ella e incentivarle a hacer cosas», recuerda su nieta.

Tenía ocho hermanos y en los últimos años solía juntarse con tres de ellas por las tardes para jugar a las cartas, hablar de sus cosas y hacer rosquillas o torrijas. Mónica destaca que «tenían muy buena relación y siempre estaban juntas; se hacían la vida más amena las unas a las otras».

La modista del barrio. Así conocían a Candelas en Arturo Eyries, donde vivió gran parte de su vida y donde cosió para muchas vecinas. «Recuerdo que hacía muchos vestidos de novia y a mi me encantaba probármelos subida a unos tacones mientras ella metía el bajo», sostiene Mónica. Con 50 años, Candelas decidió dar un paso más y sacarse el título de patronaje, lo que le permitió coser de manera más profesional; realizaba encargos y su nieta la recuerda «siempre entre hijos y retales». Un día, le sorprendieron regalándole el título enmarcado y una placa para que pusiera en la puerta de su casa en la que se podía leer: Candelas Veganzones Gutiérrez, modista.

Coser era su pasión y así consiguió sacarse un dinero extra durante una larga temporada. Hasta que hace cuatro años el alzhéimer irrumpió en su vida. Mónica y su madre, hija de Candelas, comenzaron a notar que las conversaciones no eran como siempre, que se olvidaba de cosas y que su atención se disipaba. Decidieron acudir a un especialista y le diagnosticaron principio de alzhéimer. Su memoria se fue borrando pero «siempre recurría a la costura a pesar de frustrarse cuando no recordaba cómo hacer cosas que llevaba toda la vida cosiendo», recuerda Mónica. Hasta que en enero de 2020 la situación se complicó y ya no podía valerse por sí misma ni vivir sola. Así, ingresó en la residencia para personas mayores de Herrera de Duero, donde ha vivido hasta su fallecimiento.

Un día, la familia de Candelas recibió una llamada de la residencia en la que estaba interna. Les explicaron que había un caso positivo de covid en el centro y que iban a realizar pruebas diagnóstico a todos los internos. «Mi abuela tuvo la mala suerte de dar positivo el día 16 de septiembre, pero no llegó a ir al hospital porque esa misma noche, de madrugada, sufrió un paro cardíaco que acabó con su vida», explica Mónica. El día 17 de septiembre, Candelas Veganzones fallecía en la residencia, con achaques producidos por el alzhéimer y siendo positivo en coronavirus. Su nieta recuerda que desde que ingresó en la residencia «cayó en picado, su salud empeoró y degeneró mucho en los últimos meses; al final no ha podido con todo y se nos ha ido».

El día 21 de septiembre, Candelas habría cumplido 86 años y su familia al completo la recuerda como un nexo de unión fundamental entre todos ellos. Una mesa e cuyo alrededor se reunían semana tras semana y e la que siempre había hueco para quien fuese. «Su pérdida es un palo muy duro, pero deja un gran recuerdo en nosotros», apunta Mónica.

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