Pegada de carteles apelando al civismo de los dueños de perros en la calle San José. Rodrigo Jiménez

Valladolid

La pesadilla de los vecinos de la calle San José: «Es un vertedero de excrementos de perro»

Pepe Luque, residente en la zona, ha iniciado una campaña para «apelar al civismo» y ve cada día cómo arrancan los carteles que coloca en las fachadas

Adrián Rodríguez

Valladolid

Martes, 30 de enero 2024, 00:03

En la calle San José, justo detrás de la estación de autobuses, los excrementos de perros se cuentan por decenas y el hartazgo de los vecinos de la zona se multiplica cada día. «Es algo realmente repugnante. Lo habitual es encontrarse más de una decena ... de excrementos en la acera cada día y es algo asqueroso porque los tamaños son escandalosos. Estamos desesperados», resume Pepe Luque, vecino de esta vía, que ha decidido pegar carteles a la vista de los dueños de los canes para «apelar al civismo y la responsabilidad individual».

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«Se me ocurrió poner los carteles, uno de ellos con una persona en silla de ruedas que dice 'lo que tú no recoges me lo llevo en las manos' y al día siguiente los habían arrancado con rabia», lamenta el protagonista antes de anticipar que piensa «seguir poniéndolos» y de recordar que llevan «muchísimo tiempo con esta situación provocado por los dueños de los perros que no se preocupan en limpiar los excrementos».

«Ojalá pudieran hacer aquí las pruebas de ADN como en otros municipios y averiguar a qué perro pertenecen y quién es el dueño»

Marta Arranz, propietaria del escape room Time Over, situado en dicha calle, coincide en tildar la problemática como «vergonzosa». «Hay que ir mirando al suelo para ver dónde pisas porque es asqueroso. Es una calle con restaurantes, negocios e, incluso, tenemos un hotel y la propia estación de autobuses. Todos buscamos cuidar la imagen en nuestros negocios pero con esta situación es imposible», asegura antes de añadir que el operario de Limpieza que trabaja en el entorno lo define «como un cagadero y el pobre hombre solo puede barrer porque no viene con una manguera para poder limpiar, ya que es el Servicio de Jardinería del Ayuntamiento quien se tiene que hacer cargo».

Algunos residentes en el entorno, lamenta el promotor de esta campaña, parecen haberse sumado a la problemática de no recoger los excrementos. «Hay una señora que pasea tres galgos, uno atado y dos sueltos, que nunca recoge las heces de sus mascotas. Baja sin las bolsas y ni siquiera disimula», puntualiza Pepe Luque. Un sentimiento, el de desesperación, que también alcanza a barrenderos y taxistas. «Los barrenderos están indignados porque es algo que se repite día tras día y los taxistas que esperan en la estación de autobuses se quejan del olor, y eso que ahora en invierno no tanto..., pero en verano es intolerable», apunta.

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Cacas de perro en la calle San José de Valladolid. R. Jiménez

La calle San José, resume Pepe, se ha convertido en un «vertedero de excrementos caninos: viene gente del Paseo de Zorrilla o de la calle Gabilondo al ser una calle con poco tráfico y las aceras anchas».

La Policía Municipal ha sido avisada en múltiples ocasiones de estos comportamientos, pero «si no lo ven no lo puede sancionar, aunque a la señora de los galgos la han sancionado ya un par de veces», confiesa el vecino de la calle San José, quien reconoce que no sabe «cómo poner solución a esta problemática» pero incide en que «ojalá pudieran hacer aquí las pruebas de ADN como en otros municipios y averiguar a quién pertenecen y quién es el dueño».

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Desde la Policía Local aseguran que «dentro de las funciones está la vigilancia de tenencia de animales, en este caso de perros, tanto en aquellos casos en los que van sin correa como en la recogida de excrementos» y aclaran que «es algo que hacemos usualmente, aunque no tenemos conocimiento de que haya un problema concreto en esa calle» para después añadir que «no se trata de una vigilancia concreta sino que dentro de nuestras funciones si observamos alguno de estos comportamientos llamamos la atención o procedemos con una denuncia».

Multas de 60 euros

Fuentes policiales especifican que «este tipo de actos están contemplados en la Ordenanza Municipal de Protección del Medio Urbano», más concretamente en el artículo 13: «La persona responsable o poseedora de un animal deberá adoptar las medidas necesarias para evitar que queden depositados los excrementos en las vías, parques, jardines y espacios públicos urbanos, y en general en cualquier lugar destinado al tránsito de personas o de ornato público (...) la persona que conduzca el animal es responsable de la recogida inmediata de los excrementos sólidos mediante el empleo de bolsas impermeables y cerradas y de su depósito en los contenedores municipales o en elementos de contención indicados al efecto por los servicios municipales competentes».

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«Las sanciones comienzan a partir de los 60 euros», puntualizan desde el 092 antes de concretar que «lo que hacen los agentes en las calles es denunciar y si observan reincidencia se refleja en las observaciones de la propia denuncia. Quien instruye ese expediente tiene en cuenta esa reincidencia y el órgano instructor, en este caso el Ayuntamiento, es quién decide la sanción y denuncia».

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