berta pontes de los ríos
Jueves, 1 de octubre 2020, 06:58
A simple vista y desde el exterior parece que los centros de salud tienen una actividad normal, pero basta con entrar y observar la cola de pacientes esperando a ser atendidos en ventanilla para comprobar que la tranquilidad en la Atención Primaria está lejos ... de ser una realidad.
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Enfermeras, médicos y celadores recorren los pasillos sin descanso para tratar de llegar a tiempo a todas las citas programadas. «Estamos hasta arriba y más allá, esto nos está afectando mucho», reconoce Rosa María Martínez, responsable de Enfermería del Centro de Salud Plaza del Ejército.
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A primera hora de la mañana son enormes las colas que se forman en centros de salud como los de la Casa del Barco o Arturo Eyries, una situación que, a juicio de los profesionales sanitarios, refleja «la gravedad» del momento que atraviesa la Atención Primaria, con médicos que llegan a atender una media de cincuenta pacientes diarios.
Los profesionales de los centros de salud de Valladolid están «preocupados por la situación» y acumulan cada vez más cansacio, tanto físico como emocional, para hacer frente a la segunda ola de coronavirus,«aunque en realidad ya estamos inmersos en ella».
A primera hora de la mañana, sobre las 7:45 horas, José Miguel Olmedo ocupa su puesto de trabajo. Toda protección es poca para hacer frente a las interminables colas que se forman en la puerta del centro de salud Casa del Barco, donde se juntan pacientes de Gamazo y de Plaza del Ejército además de los propios. Él es el encargado de que no se apelotonen y de ir indicando a cada uno adónde tienen que dirigirse, siempre recordando las normas y medidas que deben de seguir.
En el centro de salud de Plaza del ejército no había una saturación destacable antes de la pandemia. Ahora «se realizan una media de cuarenta PCR al día, a lo que hay que añadir los análisis, que siguen su curso habitual, y las citas de pacientes crónicos que no se pueden cancelar»,señala Rosa María Martínez, responsable de Enfermería del centro de salud de Plaza del Ejército.
La ventanilla está repleta y a los casos presenciales hay que sumar la multitud de llamadas que entran continuamente, lo que impide el correcto desarrollo de las consultas y supone que los pacientes tengan que esperar, incluso con la cita solicitada previamente. El malestar es generalizado y «muchos pacientes vienen enfadados y descargan su ira contra nosotras». Con la llegada del coronavirus, el personal sanitario suspendió gran parte de las citaciones presenciales y se sustituyeron por contactos telefónicos con los pacientes, pero «mucha gente quiere venir a las citas y, a pesar de que se les insiste en que no son presenciales, a muchos de ellos tenemos que llamarles antes de la cita para que no vengan aquí», asegura Martínez.
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Los centros de salud de Atención Primaria de Valladolid están, así de nuevo, «a punto de la saturación». Aquí se cita a aquellos que se someterán a pruebas PCR, analíticas o que tienen una consulta presencial con su médico de cabecera, pero también, según denuncian los profesionales, aquellos que acuden por su cuenta ante la inquietud que genera la covid y sus secuelas, «con el consiguiente riesgo que supone para ellos y los sanitarios». «Todos los días tenemos que lidiar con largas colas y organizar a todos los pacientes que tienen cita y a los que acuden sin ella», explica José Miguel Olmedo, celador del Centro de Salud de Gamazo.
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Antonio G. Encinas
Las consultas se tramitan a través de llamadas telefónicas, de la web de Sacyl o de la aplicación habilitada para tal fin, pero el protocolo de acceso a los centros, que exige el cumplimiento de una serie de medidas de seguridad, retrasa habitualmente la hora de la cita. Lo que, a su vez, genera malestar entre los pacientes, que tienen que esperar en el exterior. «No entiendo cómo teniendo una cita nos toca estar en la calle», apuntaban ayer algunos usuarios.
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El personal sanitario denuncia que tiene la agenda repleta de citas día tras día, con un incremento en atención telefónica y presencial. El elevado número de llamadas que tienen que atender desde que comenzó la pandemia se junta con la atención de las urgencias, que sí se reciben 'in situ', y con las citas presenciales de enfermos crónicos, a los que no se ha dejado de atender en ningún momento. «Esta situación acabará en un nuevo colapso», sostienen diferentes facultativos, que advierten de que desde hace semanas se ha incrementado su carga de trabajo.
En este momento se registran 8.589 casos activos de covid en Valladolid, lo que supone un total de 24.498 pacientes en lo que va de año. Una cifra que crece cada día y que requiere un protocolo de actuación que evite que se «genere desconcierto en el personal», según coinciden los profesionales sanitarios.
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