Persecución policial por violencia de género: «Antes de entrar en prisión os apuñalo»

La persecución fue de película, con coches de civiles embestidos por el fugado, además de agentes del instituto armado que acabaron con lesiones en el Hospital de Campo Grande.

Ese 8 de julio en Laguna se encendieron todas las alarmas con un episodio de violencia de género. El ahora detenido, tras insultar a su novia, se abalanzó sobre ella, la agarró fuertemente de los brazos y la tiró sobre la cama. Unos hechos que alertaron a una amiga de la víctima que vivía en el mismo domicilio y quien pudo en un principio separar a la pareja.

Pero la discusión continuó en el salón, donde, de nuevo, S. M. C., de 34 años, agarró a su pareja de los brazos para inmovilizarla. Aun así, la amiga logró que la soltara, pero en esa acción recibió un bofetón que le dejó la mano marcada en la cara. Tras ese episodio, las dos mujeres, asustadas, se encerraron en el baño a la par que gritaban que ya habían llamado a la Guardia Civil. El presunto agresor no se amedrentó y se fue hasta la cocina para coger dos cuchillos, uno en cada mano, para volver a la puerta del baño y espetar «voy a acabar con esto», «antes de entrar en prisión os apuñalo».

Finalmente, S. M. C. abandonó el domicilio para iniciar su jornada de trabajo de recogida con su furgoneta. Por su parte, las dos mujeres se trasladaron hasta las dependencias de la Guardia Civil en Laguna para relatar lo sucedido, además de alertar de la posibilidad de que portara una pistola o de las intenciones de empotrarse contra cualquier elemento para no ser detenido.

Esa información obligó al instituto armado a movilizar a agentes de la USECIC. Se desplegaron de incógnito en el portal, además de flanquear el principal acceso a Laguna que solía utilizar el sospechoso, si bien fue identificado, pero se negó a detener su furgoneta. Fue en ese momento cuando se inicia la persecución por la localidad del alfoz. Desde un primer momento, incide la Guardia Civil, el conductor de la furgoneta completó una conducción temeraria. Obvió todo tipo de señales, además de subirse a la acera para poner en riesgo a los peatones.

Como no consiguió despistar al coche de la Guardia Civil que le precedía, continuó la huida dirección Valladolid. Una maniobra que desencadenó el aviso a la Policía Nacional y Local de la capital. Uno de los primeros 'destinos' del fugado en ese momento fue Pinar de Jalón. Allí, en más de una ocasión, el sospechoso frenaba su furgoneta para dar marcha atrás e intentar colisionar con una presencia policial que iba en aumento en número de patrullas de todos los cuerpos y fuerzas de seguridad. Precisamente, en una de esas embestidas, dos agentes resultaron heridos.

A pesar de todo, S. M.c lograba esquivar todo tipo de vehículos, lo que en muchos casos suponía impactos y golpes. Tras varios minutos de huida, accedió a la VA-20 para llegar a la rotonda de San Agustín. Allí, con la intención de abrirse un camino, arrolló dos coches de civiles para volver a Laguna, donde casi atropella a un motorista.

Finalmente, abandonó su localidad para volver al Pinar de Antequera, donde la Policía Local tenía preparado un cerramiento. Pero al ver ese bloqueo, S. M. C. perdió el control de su furgoneta y se estampó en la esquina de Arca Real con la calle Bronce. Allí saltaron los airbags y fue reducido. En el registro del vehículo no apareció ninguna pistola, mientras que el fugado fue derivado a un centro médico de Delicias para más tarde ser trasladado al Hospital Río Hortega.