A paso ligero, mochila cargada a la espalda, y con el fusil de asalto HK 36 reglamentario en la mano, marchó ayer un pelotón de la Agrupación de Apoyo Logístico (Aalog 61) por las calles de Covaresa, sorprendiendo a media mañana de este martes a ... los vecinos de ese barrio.
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Con esa expectación que a cualquier viandante le causa cruzarse por la acera con militares uniformados y rostro sudoroso, el pelotón castrense daba, para evitar suspicacias, un diplomático «buenos días» a quienes les miraban.
Y los siete integrantes seguían su camino sin parar, sin más meta y objetivo de la jornada que la resistencia corporal y el aguantar el peso que llevaban.
Aunque algunos de los peatones con los que se cruzaron llegaron a especular que su recorrido era consecuencia de que un vehículo militar les podría haber 'dejado tirados' por una avería y regresaban al cuartel del Pinar, otros más comprensivos con la tropa teorizaban, sin datos, que su obediencia física podría ser fruto de las exigencias de algún mando de la unidad, de esos que aparecen en las películas americanas.
Pero lo cierto es que se trataba de un entrenamiento excepcional para una competición con otros compañeros de milicia, que se realizará en los próximos días en Galicia.
Se trata de una concurso de adiestramiento con otras unidades de la zona noroeste, en el que se marca con objetivo caminar y resistir unos 120 kilómetros en apenas 36 horas.
Un recorrido que sale de Tuy (Pontevedra), junto a la frontera portuguesa, y finaliza en Santiago de Compostela. Existirá un apoyo de avituamiento para las patrullas, que además deberán de realizar ejercicios de tiro y de lanzamiento de granadas lastradas.
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Esta competición, una de las más exigentes y duras que existen en el adiestramiento militar, celebrará entre los días 28 y 30 de octubre
Los siete militares, entre ellos una mujer y al mando de un capitán de la Aalog, salieron a primera hora de la mañana desde la base de El Empecinado en Santovenia de Pisuerga, recorriendo unos 15 kilómetros por caminos y fincas de la ruta, hasta llegar a zona urbana sobre las doce del mediodía.
El pelotón a paso ligero cruzó el polígono de Argales y el puente de la avenida de Zamora, hasta girar por la carretera de Rueda.
Su meta era la piscina del CDO donde entrenaron a nado una hora, puesto que deberán cruzar también el río Lérez en Galicia. Tras practicar el tiro en el acuartelamiento Teniente Galiana, en el Pinar de Antequera, la patrulla volvió a regresar a pie hasta la base de Santovenia de Pisuerga. Todo un reto que deberá tener su recompensa a finales de octubre.
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