Pedaladas por una movilidad sostenible en Valladolid

Coincidiendo con el Día de la Educación Física en la Calle, este centro educativo ha celebrado una gran bicicletada. A las doce del mediodía, las puertas del patio de este instituto se abrieron de par en par para dar paso a una marea de entusiastas ciclistas.

Más de doscientos alumnos, 35 profesores y numerosos padres acudieron con sus vehículos de dos ruedas para hacer una marcha por la ciudad. Modernas bicis de montaña, las clásicas urbanas, muchas vintage y hasta algún triciclo. Todas valían para participar en esta gran iniciativa para promover un estilo de vida activo y ecológico.

Muchos familiares y curiosos esperaban ansiosos ver salir al pelotón. Algunos pedaleaban a toda velocidad. Otros, más inexpertos se quedaban más rezagados. «Los estudiantes que tenían bici la han traído, a otros les hemos prestado las que nos han donado y como aún así no había para todos, Biki nos ha prestado 25 bicicletas para esta actividad. La acogida ha sido estupenda», explica Fernando Matesanz, director de este centro educativo, que estuvo acompañado de Eduardo Cabanillas, gerente de Auvasa.

Este último destacó que el sistema municipal de préstamo de bicicletas (Biki) alcanzó en marzo los 9.396 usuarios con un total de 41.566 usos (1.340 diarios), con picos de más de dos mil durante el presente año y un crecimiento exponencial a mediada que avanzan los meses.

La policía local colaboró controlando el tráfico y los transeúntes, mientras tanto, saludaban desde las aceras. Llegaron hasta Portugalete donde hicieron una parada y leyeron un manifiesto. Ya de nuevo en el centro educativo, profesores y alumnos compartieron anécdotas y experiencias mientras disfrutaban de un refrigerio saludable y participaban en un concurso de beber agua con botijos.

Celebrar esta actividad ha supuesto meses de trabajo recogiendo y restaurando bicicletas y también enseñando a 41 de sus alumnos a montar en bici (había más de 60 que no sabían). Una de estas alumnas es Carolina Franco de 12 años. «Nunca había tenido interés en aprender y ahora me encanta. Intentaré seguir practicando por mi cuenta», indicaba antes de salir. Su compañero Gabriel Carpintero de 13 años también ha tenido su primera toma de contacto con la bicicleta, un medio de transporte al que tenía «mucho miedo», desde que de pequeño sufrió una caída. «La experiencia ha sido muy buena.

Hasta ahora sólo he andado en bici por el interior del patio, hoy saldré por primera vez a la calle. Espero no caerme», señalaba este estudiante. «Si me va bien, empezaré a montar también en bici en el pueblo. Iré despacito y con el tiempo ya empezaré a coger velocidad», añade. Los impulsores del proyecto se han propuesto más adelante organizar un Bici-Bus de forma que los niños y profesores puedan ir al instituto en bicicleta haciendo distintas paradas por la ciudad. «Evitaríamos muchos desplazamientos en coche», asegura Borja Martín.