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Sabrosos, con muchos devotos y entre los productos más consumidos en todo el mundo. Las pastas, las pizzas, el oriental bulgur, la sémola o el cada vez más venerado cuscús provocan ingestas más que incómodas a algunos comensales. Causan patologías en pacientes que reclaman ... un nombre para sus dolencias, una causa y un tratamiento. Y faltaba encontrar la diana para poder dar en ella.
Durante años, «hemos caracterizado y purificado los alérgenos que causan el asma del panadero y la alergia alimentaria a harinas de cereales, pero no los alérgenos de otra especie de trigo usada para la pasta», explica la doctora Alicia Armentia, jefa del servicio de Alergología del Río Hortega.
¿Qué tienen en común los espaguetis, los macarrones o la pizza? Pues el tipo de harina empleada, la de trigo duro. Identificar al responsable de que el mismo provocara alergia fue el objetivo de un grupo de investigadores alemanes, suecos, italianos, biotecnólogos de la Universidad Politécnica de Madrid expertos en cereales, un laboratorio tunecino y del Río Hortega. «El alérgeno principal descubierto era una LTP (proteína transportadora de lípidos), que es un antifúngico natural que tienen todas las semillas y frutas, sobre todo rosáceas como el melocotón o el albaricoque... para evitar que los hongos las destruyan», explica la doctora Armentia.
El equipo identificó el 'Tri tu 14', un nuevo alérgeno detectado en el trigo duro. Conocer la causa, obviamente, permite mejorar el diagnóstico y tratamiento y, por lo tanto, la calidad de vida de pacientes con alergias alimentarias. El mismo pertenece a una familia de proteínas transportadoras de lípidos «caracterizadas por ser altamente resistentes tanto a la digestión gástrica como a los tratamientos térmicos. Esto convierte a estas proteínas, no solo en unas de los principales causantes de alergia alimentaria en el área mediterránea, sino también en responsables de reacciones de mayor gravedad como la anafilaxia», indica la doctora Araceli Díaz Perales, del Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas de la Politécnica de Madrid.
El Río Hortega, por su parte, se encargó de realizar las pruebas –cutáneas, serológicas y de provocación– con proteínas purificadas de trigo duro en los pacientes que consintieron y participaron en la investigación.
Repasa el estudio que el trigo es uno de los granos más consumidos en el mundo y que hay diferentes variedades, pero los más utilizados son el trigo común, usado principalmente en la producción de harinas, y el duro para la producción de pastas, sémolas y otros productos. Dada su extensión como alimento es una gran fuente de alérgenos naturales, capaz de inducir dos tipos diferentes de respuesta.
A pesar de la gravedad de los síntomas asociados a este tipo de patologías, «una gran parte de los pacientes con alergia alimentaria a trigo no están adecuadamente diagnosticados». Hasta el momento, la detección de esta alergia «se ha basado principalmente en determinar la presencia de anticuerpos que reconocen alérgenos obtenidos de la variedad de trigo común, principal responsable del asma de panadero». Por lo tanto, con este tipo de prueba, los pacientes alérgicos al de las pastas o pizzas no pueden optar a tener un diagnóstico adecuado.
Después de meses de trabajo el equipo consiguió identificar el mecionado 'Tri tu 14', que «pertenece a una familia de proteínas transportadoras de lípidos caracterizadas por ser altamente resistentes tanto a la digestión gástrica como a los tratamientos térmicos. Esto convierte a estas proteínas, no solo en unas de los principales causantes de alergia alimentaria en España y la zona mediterránea, sino también en responsables de reacciones de mayor gravedad como la anafilaxia».
Durante el estudio se analizó, además, la importancia del alérgeno en una población de pacientes alérgicos al trigo. Los ensayos «llevados a cabo mostraron cómo el nuevo alérgeno identificado es capaz de explicar aquellos casos de personas alérgicas al trigo mediante ingestión que actualmente no disponían de un diagnóstico adecuado».
Como indica la doctora Díaz Perales, «el descubrimiento de dicho alérgeno, y los resultados obtenidos, nos permiten utilizar esta proteína como un marcador para determinar la presencia de alergia alimentaria mediada por trigo».
La inclusión de estos nuevos marcadores permite diagnosticar correctamente a aquellos pacientes sin un diagnóstico fiable hasta ahora.
En opinión de los investigadores, «este descubrimiento permitirá una mejor toma de decisiones por parte de los médicos a la hora de prescribir tratamientos efectivos y aconsejar a los pacientes la toma de las medidas de precaución más apropiadas».
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