Muerte de Sergio Delgado

«Que haya pasado porque es de Valladolid es un acto que no tiene justificación»

Entre las personas cercanas a Sergio Delgado se encontraban profesores y alumnos del centro Miguel Iscar 2, donde trabaja la madre del fallecido y quienes han portado una pancarta que rezaba «Sergio estamos contigo». «No hay palabras para esto. Es el hijo de nuestra jefa, le conocemos desde que era un niño y para nosotros es algo muy cercano. Sentimos mucho lo ocurrido. No sabemos qué decir», ha expresado Sara Pereira, una de las docentes del centro.

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Pereira ha recalcado, como ya hicieron este domingo algunos de los seres queridos de Sergio, que era un joven «muy cariñoso y que estaba para todos». «Siempre tenía una sonrisa en la cara y era muy alegre. Conociéndole como lo hacemos nosotras, no nos cuadra la posibilidad de que se viera inmerso en una pelea», ha añadido. Las primeras líneas de investigación de la Policía concretan que el vallisoletano falleció después de recibir un «fortísimo» puñetazo que el autor, un vecino de Burgos de 23 años que ya ha sido detenido, le propinó en un ataque inesperado que se produjo a la salida de un establecimiento de la plaza Huerto del Rey de la capital burgalesa, donde Sergio se encontraba con varios amigos celebrando la despedida de soltero de uno de ellos.

«Adoraba a sus padres. Nunca buscaba peleas, él no era así, era muy buena persona. Pacífico, tranquilo, amigos de sus amigos y siempre sonriendo», ha recalcado Encarna, otra de las docentes del centro Miguel Iscar II. «Pedimos justicia, quien lo hace lo tiene que pagar. Por el simple hecho de ser de Valladolid, que te den un puñetazo sabiendo que te pueden dejar mal, no tiene justificación. Pedimos justicia», han reiterado ambas profesoras, del centro, donde trabajan con la madre del fallecido.

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Por el momento, la Policía Nacional se está encargando de la investigación, que continúa abierta para esclarecer la motivación de la agresión, si bien las primeras hipótesis contemplan el origen vallisoletano del fallecido como motivo del ataque. La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, fue este domingo la primera en referirse al suceso como un «delito de odio». El detenido por la agresión mortal pasará este martes a disposición judicial y será el juez el que resuelva sobre la situación del joven de libertad o prisión provisional.