Secciones
Servicios
Destacamos
«Yo ya sé lo que es. Sé que te cambia la vida por completo. Y no quiero que alguien de mi familia pase por eso también». Habla Paqui Aranda, vocal de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en Valladolid, la voz encargada de ... poner voz a las pacientes en la víspera del día mundial contra el cáncer de mama, que tiene lugar cada 19 de octubre. «Hace 25 años me lo diagnosticaron y en ese momento yo no pensaba en mí, en lo que se me venía encima. La mente se me iba a mi padre, a mi madre, a mi pareja. Estás con cáncer, pero de forma instintiva piensas más en los que están a tu alrededor que en ti».
El Observatorio del Cáncer ha elaborado un informe sobre la necesidades y la calidad de vida de las supervivientes de un cáncer de mama. En este trabajo, incluyen una encuesta con varias personas que han superado la enfermedad. Y en esa encuesta hay dos preguntas destacadas. ¿Tienes miedo a una recaída? El 67% de las mujeres preguntadas dicen que sí. ¿Tienes miedo a que alguien de tu familia pueda tener cáncer? El 73% contestan afirmativamente. «Hay más temor a que lo padezca un allegado que a la propia recaída», concluyen desde la AECC. «Y es verdad», apunta Inés Campo, para contar a continuación su propia experiencia.
«A mí me diagnosticaron cáncer de mama en 2018. Fue un palazo. Me acababa de jubilar. Mi hija justo había empezado el segundo año de carrera en la Universidad. El núcleo fuerte somos nosotras dos. Y yo solo podía pensar en que, si me pasaba algo, mi hija se iba a quedar sola con veinte años», relata Inés. Seis años después está «de maravilla». «Soy una superviviente, vivo con más tranquilidad, con mis revisiones… y es verdad, tengo más miedo a que lo sufra mi hija que a mi recaída». «Hace dos años tuvimos un sustillo. Mi hija se encontró un pequeño bulto en el pecho y fuimos rápidamente al ginecólogo. Afortunadamente, no era nada de lo que nos tuviéramos que preocupar. Sé que mi cáncer no es hereditario, pero su abuela paterna lo tuvo y siempre te queda la duda», dice Inés.
También Mercedes García Aguilera comparte esa conclusión del estudio de la AECC. Y, por desgracia, la ha vivido en primera persona. «A mi hijo le acaban de detectar cáncer de próstata y estoy que no vivo hasta que le den todos los resultados. Ante una situación así, tú te quedas siempre en un segundo lugar, es inevitable». Mercedes supo que tenía cáncer de mama hace 39 años, cuando el tratamiento y los servicios para pacientes oncológicas no tenían nada que ver con la realidad actual. «Yo tenía 46 años y aquello fue horrible. No había tantos adelantos como ahora. A mí me inyectaban bomba de cobalto, que iba tanto a lo bueno como a lo malo. No había prótesis de mama. Y, por supuesto, no estaba el apoyo de la AECC».
Noticias relacionadas
«Cuando te dicen que tienes cáncer es como si te soltaran en mitad del campo y te dijeran: 'Venga, a ver ahora por dónde vas'. Y te das cuenta de que no hay caminos marcados, no hay senderos. No tienes ni idea de por dónde tirar. Te cambia la vida de la noche a la mañana. A mí me dijeron que tenía cáncer de mama con 35 años. Yo ahora veo fotos mías con 34 y no me reconozco. Soy otra persona. He cambiado», dice Paqui, quien emprendió ese camino con la seguridad que otorga no afrontarlo en soledad. «La AECC te ofrece señales, te dice por dónde puedes avanzar. Y eso es fundamental porque siempre te cruzas con alguien en el camino que te puede ayudar. Y luego está la familia. Es muy importante que caminen a tu lado, ni un paso por delante ni tampoco cuatro por detrás», asegura Paqui. Ella sabe muy bien la dureza de «la dichosa palabra». Ha pasado por 38 intervenciones quirúrgicas. Tiene síndrome de Cowden, una enfermedad hereditaria que se caracteriza por la formación de tumores múltiples. Y eso aumenta el riesgo de cáncer.
Lo dice mientras posa con unos marcos rosas que forman parte de la campaña desplegada este año por la AECC para demandar más investigación en la lucha contra esta enfermedad y, al mismo tiempo, reivindicar servicios y políticas que hagan más fácil la vida de las pacientes. El año pasado, 35.512 mujeres fueron diagnosticadas de cáncer de mama en España. De ellas, 1.919 en Castilla y León. De ellas, 416 en Valladolid. «La tasa de supervivencia neta a los cinco años es del 85,5%», recuerdan desde la asociación, donde insisten en que es «uno de los tumores con mejores perspectivas en la actualidad». «Sin embargo -matizan- queda mucho por hacer».
De acuerdo con las atenciones practicadas en 2023 desde la asociación, el 64% de las pacientes y supervivientes necesitaban atención psicológica, el 19% presentaba situaciones de ansiedad y estrés, el 10% precisaron asesoramiento por temas relacionados con prestaciones. Un tercio de las encuestadas en ese informe reconoce tener «mala calidad de vida» debido a los «síntomas y problemas físicos, emocionales, sociales y económicos derivados de la enfermedad y las tratamientos». El 46% aseguran que sufren dolor habitualmente, la mitad apunta a que se fatigan con más facilidad y el mismo porcentaje reconoce tener «deterioro cognitivo» (menos atención o concentración).
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.