![Agustín Martínez, en uno de los lampadarios afectados de la parroquia de Santa Teresa.](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2023/04/20/cura-santa-teresa-kljH-U200107638265EAI-758x531@ElNorte.jpg)
![Agustín Martínez, en uno de los lampadarios afectados de la parroquia de Santa Teresa.](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2023/04/20/cura-santa-teresa-kljH-U200107638265EAI-758x531@ElNorte.jpg)
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El párroco 'detective' para dar con un ladrón en la parroquia Santa TeresaSe encontró con el último robo el miércoles por la tarde, en el momento que su parroquia, la de Santa Teresa de Jesús, abría las puertas. Durante la noche del martes, la recaudación de los tres lampadarios había desaparecido. «Serían unos 50 euros. Aquí no ... tenemos dinero», apunta el párroco 'in solidum' Agustín Martínez en plena conversación con el carpintero para reparar los daños de un nuevo hurto, el segundo en los últimos meses; el cuarto si se tienen en cuenta las estadísticas desde 2014.
Precisamente, los dos últimos robos han tenido el mismo 'modus operandi'. Y eso lo confirma Agustín Martínez, que ejerce estos meses de investigador y párroco jubilado. «Se repiten los hechos. En octubre lo vi y ahora ha sucedido lo mismo. Tiene que ser alguien que conoce por dentro la parroquia», continúa.
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De tal forma, que el autor o autores de estos hurtos se adentran cuando las puertas permanecen abiertas para rematar su faena durante la noche. «Los dos accesos tienen un pequeño hall, pero que desde el interior de la iglesia no se ve. Alguien entra con sigilo y levanta los pestillos de esas puertas. Esos cerrojos, que solo se pueden maniobrar desde el interior, se quedan abiertos, para que por la noche los amigos de lo ajeno consuman su atraco.
«Así fue en octubre y así sucedió en la noche del martes. Tengo claro que no son profesionales de esto, al igual que sé que es alguien que acude a esta parroquia al conocer estos mecanismos. Luego solo tienen que saltar una valla, que para una persona joven es muy simple», añade Agustín a sus labores de investigación.
Más complejo de averiguar fue lo ocurrido en 2014 y 2019, aunque en esas ocasiones no profundizó en pesquisas varias. «En una de las ocasiones accedieron por la ventana y en otra intentaron forzar el sagrario», recuerda vagamente Agustín mientras zanja con el carpintero los desperfectos generados del último robo. Eso sí, por muy avanzadas que tenga su investigación, desde la parroquia han presentado denuncias para dar oficialidad a los hurtos.
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