Valladolid

El Palacio de Santa Cruz permanecerá oculto tras los andamios ocho meses

Esta nueva restauración del Palacio de Santa Cruz responde a la necesidad de garantizar una «conservación óptima» y reparar algunos deterioros que ha sufrido la fachada desde su última restauración integral en 1995. La mayoría de los daños sufridos en la portada del edificio corresponden con elementos inestables en la propia estructura y contrafuertes, así como desprendimientos en la cornisa y en la balaustrada. Los últimos desprendimientos se produjeron en octubre de 2019, cuando el edificio pasó por el quirófano para asegurar la cornisa tras la caída de pequeños cascotes procedentes de un pináculo ubicado en la esquina derecha de la fachada.

Para encontrar la última gran restauración de la fachada principal del palacio que acoge el Rectorado de la UVA hay que remontarse hasta 1995 y hasta 1997 para hablar de la última vez que los andamios cubrieron la portada en su totalidad, cuando se invirtieron 721.000 euros. Ahora, la intervención cuenta con un presupuesto de 800.000 euros. Otras de las grandes diferencias con esa última rehabilitación consiste en que la fachada se cubrirá con un trampantojo durante su restauración, por lo que, aunque no de manera directa, los vallisoletanos y visitantes podrán ver en cierta medida la fachada durante el tiempo en que se desarrollen los trabajos en la portada.

Durante los próximos meses se realizarán varias intervenciones para acometer la restauración total de la fachada. El primer paso será el desmontaje y la sustitución del pesebrón actual de plomo, que presenta juntas cuarteadas y con vegetación que impiden su función de desagüe. La UVA informa además de que los sellados con masilla elástica ya están envejecidos y se formará uno nuevo con más anchura y profundidad para evitar el rebosamiento de agua de lluvia. Además, se colocará un nuevo canalón de plomo de espesor de 2,55 milímetros. La operación también plantea recoger agua pluvial de manera provisional para evitar nuevas filtraciones y chequear la humedad de la fachada para hacer un mapa completo de las humedades que permita establecer una estrategia de desecación para que no produzcan alteraciones posteriores.

Es decir, el primer paso estará en desmontar y sustituir los canalones que originan, en mayor medida, los deterioros que se observan en la piedra de la fachada, como son las humedades y los empapamientos.

La fachada también pasará por tratamientos de limpieza que eliminarán los depósitos ajenos al soporte original. Los principales tratamientos de este tipo consistirán en eliminar los morteros de cemento o yeso aportados en reparaciones previas y la eliminación de agentes causantes de biodeterioro en balaustradas, pináculos y cornisas. Además, se harán tratamientos de extracción de sales y se eliminarán las costras negras o grises de la piedra de la fachada.

La restauración del exterior del palacio de Santa Cruz se encadena con las obras que se realizaron en otro de los lugares más emblemáticos del edificio, su histórica biblioteca. Esta nueva reparación también alcanzará el patio del edificio renacentista, donde se han registrado humedades por capilaridad y ausencia de una adecuada ventilación después de que en previas intervenciones se hubieran cegado las juntas que servían para ventilar las cámaras subterráneas del inmueble. En los zócalos será necesarios chequear las galerías de ventilación existentes para evitar estas humedades, midiendo la humedad del aire, la temperatura o el caudal de renovación y así observar el correcto funcionamiento de los ciclos naturales de ventilación.

Otra de las actuaciones que se realizarán será la limpieza de fábrica de cantería lisa en seco, así como con aire a presión suave y la eliminación manual de superficies meteorizadas, entendido como la fragmentación fruto de la acción de la meteorología y la porosidad de la piedra caliza. Se sellarán y rellenarán las fisuras y grietas, así como se repondrán los sillares de piedra natural. La adhesión y el cosido de fragmentos evitará los desprendimientos y las pérdidas de material, evitando a su vez la falta de transpiración de la propia piedra de la fachada. En todo el proceso se pondrá especial atención a evitar la futura creación de humedad en el palacio de Santa Cruz, con un tratamiento final con hidrofugantes selectivos y ensayados sobre la propia estructura que evite la creación de películas impermeables que no dejen transpirar a la piedra.

Además de ser la sede de la Universidad de Valladolid, el palacio de Santa Cruz también alberga la capilla universitaria donde se encuentra el Cristo de la Luz, obra de Gregorio Fernández y que tradicionalmente procesiona desde el edificio durante el Jueves Santo. El rectorado de la UVA ha garantizado que la restauración no afectará a las salidas procesionales que se celebran en el palacio, donde también se produce el Encuentro del Martes Santo. El único inconveniente está en el pequeño arco de color rojo que se ha instalado en la entrada al palacio, de unas dimensiones que no permitirían el paso del crucificado. Para ello, durante la Semana Santa, este se retirará para permitir el paso de la imagen.