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El incremento de los flujos migratorios, con la llegada de más población extranjera a la provincia (2.475 personas durante 2019, frente a las 1.224 del año anterior) ha permitido que, diez años después, las cifras oficiales del padrón abandonen los números rojos. ... Después de un decenio de pérdidas, Valladolid ganó habitantes durante al año pasado (989) hasta superar de nuevo la barrera de los 520.000 vecinos (520.535 a 1 de enero, según los datos publicados este martes por el INE).
La recuperación económica y la caída de las cifras del paro registradas antes de la crisis del coronavirus motivaron que desde 2017 crecieran las cifras de extranjeros llegados a la provincia. Sin embargo, lo hacían en un número que no era capaz de compensar el déficit demográfico natural que arrastra Valladolid (con más muertos que nacimientos).
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En 2019, un nuevo repunte en la inmigración ha permitido que, esta vez sí, el número de personas procedentes de otros países sea superior a la diferencia entre los que nacieron (1.617 bebés durante el primer semestre del año pasado, último dato disponible) y los que murieron en tierras vallisoletanas (2.550 en ese periodo). Por causas estrictamente naturales, Valladolid perdió entre enero y junio de 2019 un total de 933 habitantes. El déficit a finales de año (a expensas de los datos definitivos) superará los 1.800. Pero el padrón ha sumado 2.475 nuevos vecinos llegados de otros países.
La población española alcanzó el 1 de enero de 2020 la cifra más elevada de su historia, al situarse en 47.431.256 habitantes, tras sumar 405.048 en un año (0,9 %), debido, sobre todo, al incremento de ciudadanos extranjeros que, con 386.320 nuevos inscritos (el mayor crecimiento en 13 años), ya superan los 5,4 millones, según los datos publicados ayer por el INE. El padrón creció en toda España, salvo en tres comunidades: Extremadura, Asturias y Castilla y León. Las nueve provincias de la región suman 2.393.285 habitantes, lo que supone 6.263 personas menos respecto a los datos definitivos a 1 de enero de 2019. Las provincias del oeste (León, con 3.764 menos), Zamora (-1.979)y Salamanca (-1.236) lideran las pérdidas.
Marruecos y Sudamérica son los principales puntos de origen. Venezuela y Colombia se sitúan entre los países emisores más destacados, con un fenómeno que ya se constató hace dos años, cuando creció el número de solicitudes de protección internacional. La inestabilidad de Centroamérica hace que también hayan crecido las llegadas desde Honduras y El Salvador.
Esta recuperación del padrón durante 2019 –que constataba un cambio de tendencia– se convertirá seguro en espejismo según avance 2020. La crisis del coronavirus influirá en los datos demográficos. Y lo hará en un doble sentido. Primero, por el incremento de la mortalidad. El Centro Nacional de Epidemiología constata que entre el 18 de marzo y el 17 de abril fallecieron 4.987 personas en Castilla y León, cuando lo habitual para ese periodo (en la media de los últimos años) eran 1.922. Un aumento del 159%. Y al tiempo, se producirá un frenazo en la llegada de extranjeros por el cierre de fronteras.
La provincia registra, además, un progresivo envejecimiento. La media de edad ha pasado de 45,9 a 46,22 años. El 23.3%de la población tiene más de 65 años. En 2010, eran el 18,6%.
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