MIGUEL Á. SANTOS

La pareja de refugiados acusados de maltratar a sus hijos, a juicio el 25 de abril

tribunales ·

La vista se celebrará cuatro meses después de la suspensión 'in extremis' del juicio el 27 de diciembre, causada por la reforma penal que establece vacaciones navideñas en los juzgados

M. J. Pascual

Valladolid

Martes, 17 de enero 2023, 15:24

El Juzgado de lo Penal 3 de Valladolid ha vuelto a señalar el juicio contra una pareja de refugiados colombianos acusada de maltratar a sus dos hijos menores para el 25 de abril, cuatro meses después de la primera fecha. La vista oral tuvo que ... ser suspendida 'in extremis' el 27 de diciembre por la reforma del Código Penal que declara inhábil a efectos procesales el periodo entre el 24 de diciembre y el día 6 de enero.

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Over Alexander O. R. y su pareja, Mariana C. M., que se enfrentan a peticiones de penas que suponen 47 años de prisión para cada uno de ellos, se sentarán en el banquillo acusados de maltratar de manera continuada a sus bebés. Viajaron a España desde Colombia en 2018 como refugiados huyendo de la guerrilla en busca de asilo y protección, pero ellos no solo no han ejercido «su deber como padres», sino que han maltratado a sus dos hijos cuando tan solo eran unos bebés, «causándoles graves lesiones y deformidades» expone la fiscal en su escrito de calificación de los hechos.

Los menores están desde 2019 bajo el amparo de la Junta y viven con una familia de acogida

Los niños, de cuatro y tres años, están bajo la tutela de los Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León desde 2019, cuando se les declaró en desamparo y, tras pasar durante un tiempo por un centro residencial, viven con una familia de acogida.

Los padres, Over Alexander y Mariana, de 32 y 24 años, llegaron con su primer bebé desde su país de origen a Madrid el 25 de diciembre de 2018 a través de un programa de protección a los refugiados de Cruz Roja. El 13 de marzo de 2019, cuando ella ya estaba en avanzado estado de gestación de su segundo hijo fueron trasladados a Valladolid, donde establecieron su residencia. Su última dirección conocida, un piso del Paseo Juan Carlos I. De su relación sentimental nacieron sus dos hijos. El mayor, que tenía un año cuando llegaron a España; y el pequeño, que vino al mundo en Valladolid el 25 de marzo de 2019.

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Destaca el escrito de la Fiscalía que, a pesar de que la condición de refugiados de la pareja les permitía recibir la asistencia sanitaria precisa para sus hijos, eran escasas las citas médicas a las que acudían. Incluso aunque la pediatra del primogénito había insistido en la importancia de las mismas, así como la conveniencia de seguir las pautas de vacunación. Era necesario «atajar la desnutrición importante que presentaba el niño» (la pediatra llegó a entregar a los padres leche en polvo) y les instó a que acudieran a las citas con la neuróloga para solucionar «el problema de deambulación» que presentaba el hijo mayor.

Pero, «lejos de cumplir sus obligaciones como padres», subraya la fiscal, «ambos causaron múltiples fracturas óseas a los niños, lesiones que no eran atendidas médicamente y que en algunos casos eran claramente visibles».

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Malnutrición y retraso psicomotor

Las lesiones fueron detectadas por la neuróloga infantil que, tras examinar el niño y tratar de resolver el motivo por el que presentaba un retraso psicomotor, comprobó el estado en el que el menor se encontraba y decidió examinar también al recién nacido. Fue cuando se confirmó la sospecha de maltrato.

El hijo mayor de la pareja, que cuando ingresó en el hospital el 23 de mayo de 2019 tenía tan solo 14 meses, presentaba además de la malnutrición y el retraso psicomotor seis fracturas en fémures, tibias y húmeros «en distintos estadios evolutivos». Necesitó tratamiento de 2 días de perjuicio muy grave y de 180 días de perjuicio grave, según la escala forense de cara a las futuras indemnizaciones. Como secuelas, le han quedado al niño el acortamiento de la extremidad izquierda (disemetría) y una angulación del fémur izquierdo «en varo». Estas secuelas se aprecian a simple vista y originan cojera, si bien, puntualiza la representante del ministerio público, «no son definitivas, dado que están pendientes de una intervención quirúrgica de fémur izquierdo».

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El otro bebé tenía dos meses. Los médicos que le examinaron comprobaron que presentaba una hemorragia conjuntival en el ojo izquierdo, tenía la clavícula izquierda fracturada, un callo de fractura en una costilla izquierda y rotura de una costilla derecha además de una hipotonía generalizada, con escasa movilidad de las extremidades y nula movilidad del brazo izquierdo. Estas lesiones necesitaron de curación y estabilización, con 15 días de perjuicio básico, 42 días de perjuicio moderado y dos días de perjuicio grave, en términos forenses. Como resultado, el pequeño presenta como secuela una deformidad en la clavícula izquierda.

Estos daños fueron, según la fiscal, ocasionados por sus padres y las fracturas de los pequeños no se produjeron porque tuvieran algún problema en los huesos. Los facultativos que atendieron a los menores han descartado que sufrieran osteogénesis imperfecta, un trastorno genético en el cual los huesos se rompen con facilidad sin una causa aparente.

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Suspendida la patria potestad

El 24 de mayo de 2019, el Juzgado de Instrucción 4 de Valladolid suspendió a ambos acusados el ejercicio de la patria potestad y les impuso como medida cautelar la prohibición de acercarse a los menores, una medida que se mantiene hasta que concluya el trámite del procedimiento judicial. La Gerencia de Familia e Igualdad de Oportunidades, al día siguiente de la denuncia judicial, emitió una resolución para declarar a los niños en desamparo, con lo que asumió su tutela legal. Primero acordó un acogimiento residencial y después un acogimiento familiar.

La Fiscalía atribuye a los padres la autoría de seis delitos de lesiones sobre el niño mayor y tres sobre el pequeño y pide penas que suman 47 años de prisión

La acusación atribuye a los padres de los pequeños la autoría de seis delitos de lesiones sobre el niño mayor y tres delitos de lesiones sobre el pequeño, además de imputarles un delito de maltrato habitual. En estos delitos concurre la circunstancia agravante de parentesco. Por cada uno de los delitos de lesiones pide cinco años de prisión y dos por el delito de maltrato habitual. Además de estos 47 años de cárcel para cada uno de los progenitores, solicita que se les prohíba aproximarse a sus hijos, su domicilio y centro de estudios a una distancia inferior a 500 metros durante 13 años, además de vetarles la comunicación con ellos por cualquier medio durante 13 años y la privación del derecho a tener y llevar armas durante el mismo tiempo.

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Respecto de la responsabilidad civil, se pide que se les imponga a los acusados una indemnización conjunta y solidaria para los menores de 4.310 euros al más pequeño por las lesiones y otros 1.000 euros por la deformidad de la clavícula; para su hermano mayor, 18.240 euros por las lesiones. Además se contempla una indemnización por los daños morales ocasionados a ambos niños de 10.000 euros.

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