Valladolid

Pablo Martín 'Guindi' gana el concurso de cortes de San Pedro Regalado

Segundo fue el último ganador de la Liga del Corte Puro, José María Carreras 'Misu', seguido de Eusebio Sacristán 'Use', Adrián Lambas y Dany Alonso, cortador este último que volvía a la plaza de Valladolid tras seis años de ausencia y que no tuvo suerte en la final, aunque cuajó una gran actuación ante el primero de la tarde.

El concurso no pudo comenzar mejor. La pugna entre Pablo Martín 'Guindi' y Dany Alonso por hacerse un hueco en la final dejó momentos para el recuerdo. El de La Pedraja quería demostrar a su plaza que volvía para ganar a golpe de cortes medidos al milímetro, aunque el de Vezdemarbán sacó su repertorio de las grandes ocasiones: primero un corte marca de la casa, con su inicio corriendo de espaldas y rematando con un arqueo en el embroque de ensueño. Esa suerte casi garantizaba el pase a Dany Alonso, pero quería más y regaló al tendido un quiebro de rodillas lleno de emoción, que le catapultó a la final, a la que Guindi también pasó, pero como mejor segundo.

La segunda eliminatoria fue bien distinta. El novillo remató en tablas segundos después de salir de toriles y se rompió un cuerno, por lo que tuvo que salir un sobrero con un comportamiento y unas hechuras muy distintas. El astado era complicado y el que quisiera sacar un pase para la final debía jugarse el tipo. ¿Y quién lo hizo? El de siempre. Use demostró por enésima vez que no teme a nada, se puso de rodillas ante un rival imposible y le sacó un quiebro que desató un grito al unísono que se escuchó en todo el paseo Zorrilla, de Caballería a Covaresa, y así consiguió ganarse el derecho de medir sus fuerzas ante el último de la tarde.

El tercer novillo volvió a ser un 'Patas Blancas' de Monteviejo, ganadería de Victorino Martín. Los animales fueron fieles a su fama, mostraron nobleza y bajaron la cara en el embroque, pero se mostraron demasiado reservones, dilatando un espectáculo que exige una movilidad que ayer se echó en falta. Un quiebro de rodillas de Mario Alcalde y un corte medido de Mario Parrado levantaron al público, pero el jurado se decantó por la estética de los cortes de José María Carreras 'Misu'.

La cuarta eliminatoria tuvo también como protagonista un novillo al que le costaba arrancar, pese a que no le pesaban mucho sus escasas carnes. Había que entender al astado, que no atendía si se le citaba desde los medios. Era fundamental cederle terreno, como hizo Aitor Barragán con un gran corte, aunque también se podía tirar por la calle de en medio e ir a por él, como Cristian Rubio, que se metió las manos en los bolsillos y se dirigió hacia él para saltarle con limpieza en su primera intervención e hizo un salto imposible desde tablas a pocos metros de su rival en la segunda. Aunque cada cortador ve el toro de una manera y Lambas logró algo que parecía imposible para meterse en la final: el de Medina le citó de fuera a dentro y le dio un quiebro de rodillas de los que desatan pasiones.

¿Y la final? Pues el novillo estuvo muy por debajo de los cortadores. Le costaba un triunfo arrancar, pero cuando lo hacía embestía con franqueza. Había que ser paciente con él, aunque la paciencia tiene un límite y el que más logró transmitir al público con todos los impedimentos que tenía el animal fue Pablo Martín 'Guindi'. Dos cortes de hermosísima factura le dieron la victoria, pese a haber entrado en la final como mejor segundo, y le llevaron a levantar de nuevo un trofeo de ganador en una plaza que le adora. Guindi está de vuelta y su plaza ayer lo celebró por todo lo alto.