Consulta la portada del periódico en papel

Ver 15 fotos

Un momento del concierto de la Orquesta Panorama en las fiestas de San Pedro Regalado. José C. Castillo

La Orquesta Panorama riega la Plaza Mayor de Valladolid con un chaparrón de estribillos

Cientos de personas, con paraguas y bajo la lluvia, bailan las propuestas musicales de la banda gallega en el fin de fiestas de San Pedro Regalado

Víctor Vela

Valladolid

Lunes, 13 de mayo 2024, 23:21

Así que llueve en la Plaza Mayor y todo se llena de charcos, paraguas y metáforas. Aunque lo intentes, no podrás evitar la frase hecha. El topicazo se asoma a la pantalla para conquistar las siguientes líneas. ¿Cómo no hablar de un chaparrón de éxitos? ¿ ... Cómo no decir que hubo una tromba de estribillos? ¿Cómo renunciar al aguacero de canciones, al diluvio de 'temazos', a la borrasca de 'hits', cuando llueve en la Plaza Mayor en medio del huracán Panorama?

Publicidad

La orquesta que convirtió la verbena en 'El circo del sol', que saqueó el spotify hasta dejarlo tiritando, vuelve a Valladolid con nuevo espectáculo y algunas de las canciones de siempre. La propuesta de este año se llama IA Tour 2024 y lanza guiños a la inteligencia artificial. «Seréis los primeros en vivir una experiencia tecnológica llena de alegría y pasión», dice una voz en off mientras en el escenario se proyecta un holograma (o lo que sea) que anuncia que con Panorama «el futuro ya está aquí». Y el futuro, como veremos en un ratillo, es cantar bajo la lluvia 'Follow the leader' y bailar 'Paquito el chocolatero'.

Noticia relacionada

Esto que hacen las orquestas de bautizar las giras es como lo del grupo de amigos cuarentones que buscan excusa para salir un viernes. Que si el cumpleaños, el aniversario, el trabajo nuevo, la separación. Al principio, sí que estás muy pendiente, pero a los cinco minutos ya te has olvidado de por qué has quedado. Lo importante es la fiesta, haber salido, disfrutar. Y qué mas da lo del divorcio o el trabajo nuevo cuando estás con el cubata en la mano y los amigos al lado. Lo de la inteligencia artificial vale para los diez primeros minutos del show, cuando todo se llena de tamborileros de neón, con un ejército de músicos que, tambor fluorescente en las manos, se reparte por las pasarelas y anillos volantes que componen el escenario.

Sale entonces Mario, uno de sus cantantes (vestido de rey, tal vez de sota de copas) y canta 'Bohemian rhapsody' junto a una proyección de Freddie Mercury. Y, a partir de aquí, se acabaron los motivos. Ya da igual si estamos aquí por la inteligencia artificial, el divorcio o el nuevo curro. Lo importante es la fiesta. Y los de la Panorama saben muy bien cómo agitar la jarana. «Hacednos caso, que somos gallegos: esto no es lluvia, es niebla».

De un ascensor escondido emergen cantantes y músicos con estampados de cebra para empezar con el 'Será porque te amo', de Ricchi e Poveri, un recital de monosílabos y onomatopeyas. El 'lololololó' de este tema deja paso al 'la la laaaa, la laralalalá' del «abre tus ojos mira hacia arriba». Y luego vienen el 'teee te té, te te teee te te' del 'Samba de Janeiro' y el 'ay ay ay' del 'Ella no sigue modas', de Don Omar y Juan Magán. Una ensalada de los, de las, de tes y de ays para encarrilar una noche sin frenos.

Publicidad

Todo parece poco para la Panorama en esta verbena cardio hitt. No hay un segundo para tomar resuello. Cuando el escenario parece vaciarse, sale un batallón de metales (saxos, trompetas, trombones) para levantar una trinchera de bachatas y merengues. Cuando parece que allí arriba solo hay una voz que canta 'Me quedo contigo', de su traje flamenco brotan tres bailarinas como por arte de magia. Cuando empieza a sonar la 'Conga' de Gloria Stefan, media docena de abanicos de plumas revolotean por escena. Y el hombre robot sale para bailar 'break' al ritmo de Safri duo. Y el hombre volador da volteretas en unas anillas colgadas de la tramoya antes de que vuelvan los monosílabos con el 'Seven nation army'. Lo lo lo lo lo looo lo.

El público se protege con paraguas durante el concierto. José C. Castillo

Los conciertos de Panorama son un no parar de temas (un chaparrón de éxitos, habíamos dicho). No hace falta que suenen enteros. Con el estribillo nos basta para cantar y saltar. Hay su momento para el pop carpetero (Pereza, El canto del loco, Hombres G), la diva siglo XXI (Aitana, Lola Índigo, Ana Mena) y para el clasicazo verbenero. En la Panorama lo llaman 'La hora loca' y es cuando se ponen camisetas fosforitas, lanzan globos de colores y sacan a pasear las grandes enseñanzas de la música contemporánea: «Se la llevó el tiburón». «Sube la mano y grita gol». «Quiero montarme en tu velero». «'Suavesito' para abajo, para abajo, para abajo». Y aquí (total, quién se acuerda a estas alturas de la inteligencia artificial), sale un tipo vestido de King África. Gloria eterna para él.

Publicidad

En el repertorio no faltan los guiños a Eurovisión y sucedáneos (la 'Nochentera', la 'Zorra', la Loreen), las consignas para encender la linterna del móvil, la exhibición de la camiseta del Pucela, los llamamientos a corear el nombre del grupo («Panorama, oé, Panorama oé») o los momentos de lucimiento vocal, con ese cantante de agudos imposibles que empieza con 'Se fue' de Laura Pausini y lo enlaza con el 'Maniac' de 'Flashance'. Y entonces, el escenario se llena de chándales de táctel y ropa de aeróbic noventero para recordarnos que nada es tan trágico como parece porque al final todas las modas pasan.

Panorama regresó este lunes de San Pedro Regalado, con lluvia incluida nada más empezar el concierto, para evidenciar que no hay nada mejor que un diluvio de talento, un aguacero de canciones y un derroche de luz y profesionalidad para entregarse al fiestón. Y qué más da el motivo, si aquí hemos venido a mojarnos (y disfrutar).

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad