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Febrero de 2024. El Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional de Valladolid inicia una investigación por un presunto delito de tráfico de drogas desde una localidad del alfoz de la capital con dos mujeres investigadas. Lo que inicialmente eran meras sospechas se convirtieron ... en indicios y más tarde esas pesquisas se ampliaron a más puntos de la región como a Zamora. Escuchas y seguimientos a los sospechosos que llevaron toda la investigación hasta Madrid y Castilla-La Mancha. Llegaban a la cúspide de la organización para certificar supuestamente el origen de la droga en el marco de una operación de ámbito nacional bautizada como 'Almendro'.
Aquella primera operación desplegada finalmente en mayo, en la que se intervinieron 1.600 gramos de 'speed' y se detuvo a nueve personas (por un delito contra la salud pública), desembocó en la reciente detención de otras dos personas -con domicilio en Madrid- por un delito de secuestro de un vecino de Cuenca, al que retuvieron durante 24 horas de torturas hasta que su hermana aceptó pagar 1.500 euros para saldar la deuda que motivó el rapto. Los agentes, además, investigan la posible implicación del grupo en un segundo secuestro. De los once detenidos en total en esta operación -nueve en la primera fase y dos en la segunda-, cinco han ingresado en prisión -tres de la primera y los dos últimos-.
Todo partió de Valladolid y continuó en la capital de España. Allí, después de todas esas detenciones por tráfico de droga, los hallazgos fueron en aumento con presuntos delitos de venta de armas, secuestros y hasta un supuesto agente de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que proporcionaba información a los sospechosos. Salió todo del Iphone de uno de los cabecillas detenidos a raíz de la autorización recibida desde el Juzgado de Instrucción número 3 de Valladolid, que inició las pesquisas judiciales fruto de la investigación de los policías nacionales también de esta ciudad.
Con el denominado hardware 'Cellebrite' se analizaron todas las aplicaciones, desde el WhatsApp hasta el Facebook, además de extraer todo aquello que se encontraba en las carpetas multimedia. Y el hallazgo fue relevante, hasta el punto de que a los implicados, aunque lejos de Valladolid, se les investiga ahora por otros presuntos delitos. Por ejemplo, en más de una conversación han promocionado y ofertado diferentes pistolas y hasta algún modelo de 'kalashnikov'.
Drogas y armas a los que se añade un presunto secuestro en Castilla-La Mancha. Fue en la noche del 13 al 14 de abril y acabó con un joven de Tarancón (Cuenca) retenido, con la cara cubierta y maniatado que le dejó, según las fotografías adjuntadas, con las manos amoratadas y la cara desfigurada tras una presunta agresión. Dos de los implicados, que ocupan una escala inferior dentro del organigrama, recibieron el encargo de ir a por este joven -sus cabecillas denominaron el encargo como 'la misión- que supuestamente debía dinero a la organización por temas de droga y le llevaron hasta un domicilio en Illana (Guadalajara).
Todo eso trasciende de las ubicaciones compartidas entre los implicados, así como imágenes enviadas del secuestrado a componentes por encima jerárquicamente. Hasta por momentos parecía que se vanagloriaban del arresto.
Un día después, la Policía analiza las llamadas entre los presuntos autores del secuestro y la hermana de la víctima, que sirvió, entre otras cosas, para identificar al joven retenido. Tras una de esas comunicaciones, le enviaron un número de cuenta a la familiar para que hiciera un primer pago de 500 euros. La negociación continuó y las transferencias, también, si bien la hermana solicitó una prueba de que le iba a soltar. «El sospechoso le respondió que le montará en un autobús y le dejará telefonear», refleja uno de los informes.
Y así fue. Pero la sorpresa de la hermana fue cuando al encuentro de su familiar vio cómo le habían dejado la cara y hasta llegó a reprochar que le golpearan «cuando sabíais que os íbamos a pagar». La respuesta fue incierta al asegurar los presuntos autores de que «tu hermano tiene problemas con mucha gente». El caso es que la familiar acabó pagando 1.500 euros en total a través de una plataforma de pagos y logró así la liberación de la víctima, que se materializó en el barrio madrileño de Vallecas. El joven se negaría después a identificar a los autores.
Ese presunto secuestro fue utilizado también para amedrentar a otras personas porque quince días después de dejar en libertad al retenido amenazó a otro hombre con la frase «a ti te voy a hacer mucho daño», según recoge la Policía Nacional. Precisamente, los agentes vallisoletanos catalogan esa máxima de «claras y continuas» referencias a secuestros de otros delincuentes, pues se presume de «pasar la lijadora, sin hacer ruido».
Sin llegar a ser catalogado de retención ilegal, del rastreo del móvil se desprende otro intento de secuestro. La actividad se trasladó hasta Seseña (Toledo), donde los mismos protagonistas se acercaron hasta un bloque de viviendas para buscar a un matrimonio con hijos. Como no se encontraban en ese momento, los presuntos autores alardearon del miedo que habían sembrado en la zona porque «hemos hecho ruido en el vecindario para que sepan que les están buscando».
Tras no dar con ellos recibieron también el encargo de volver a Seseña, pero esta vez con la intención de ir al colegio de los hijos y así «poder localizar a la mujer con la finalidad de amenazarla y amedrentarla». Aun así, no fueron localizados.
¿Y por qué este grupo criminal tenía tantos datos personales de los perseguidos? Principalmente, sostiene Estupefacientes de Valladolid, porque contaban con la colaboración de un funcionario público con acceso a la base de datos policial. «Esto implica a algún funcionario, bien del Cuerpo Nacional de Policía o bien de los Cuerpos Generales que trabajan en alguna comisaría. Cuenta con acceso a la aplicación informática del DNI», agregan sobre un posible delito de revelación de secretos que, por ahora, no se ha materializado en detenciones confirmadas.
La investigación concluyó ahondando en más presuntas actividades ilícitas sobre drogas, porque este grupo criminal, que llegó a su fin con el trabajo de Estupefacientes, completó robos de drogas a otras bandas dedicadas al narcotráfico. Por todo ello, cinco sospechosos se encuentran actualmente en prisión provisional.
En lo que se refiere únicamente a las drogas, por lo que se originó la investigación, se intervinieron 1.600 gramos de 'speed', 11.500 gramos de una sustancia, cuyo destino presumiblemente sería la fabricación de metanfetamina, dos garrafas con 40 litros de metyloamina -que es un precursor para metanfetamina-, una pistola eléctrica, una pistola de aire comprimido con perdigones y 2 navajas. A todo ello, cabe añadir la localización de cinco coches y 4.830 euros, además de libros con anotaciones manuscritas y diversos útiles para la preparación de las sustancias estupefacientes.
El grupo criminal, tras la evaluación de lo intervenido, estaba en disposición de crear un laboratorio de metanfetamina. Por los delitos de tráfico de drogas y pertenencia a grupo organizado fueron detenidas inicialmente nueve personas, tres de las cuales están en prisión con su vinculación con el secuestro, al igual que los dos últimos arrestados a mayores por el rapto del joven de Cuenca. Los cinco están siendo investigados por los delitos de pertenencia a grupo criminal y secuestro. Y los nueve primeros, a su vez, por delitos contra la salud pública.
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