Una oleada de robos de catalizadores de los coches alcanza ya a cuatro barrios de Valladolid

Los asaltos, en los que los delincuentes cortan habitualmente la pieza completa del tubo de escape, para coger posteriormente el catalizador que lleva acoplado, alcanzan a cuatro barrios de la capital distribuidos por los cuatro puntos cardinales. Así, las víctimas están distribuidas, por ahora, entre Parquesol, Pinar de Jalón, Pajarillos y La Victoria. De allí proceden las denuncias que investigan los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, según confirmaron fuentes del 091.

Los últimos casos conocidos tuvieron lugar el miércoles y el jueves de la semana en Pinar de Jalón y La Victoria. En el primer escenario, que en 2018 sufrió el grueso de los asaltos de las bandas especializadas en el robo de piezas de automoción, los autores seccionaron el tubo de escape de un coche estacionado en la calle Galana, una de las principales arterias del barrio, que discurre en paralelo a la autovía de Segovia. La escena se repitió al día siguiente, cuando el propietario de un turismo, que había dejado aparcado en la calle Senda Salve Regina, en el corazón de La Victoria, se encontró con que le habían sustraído dicha pieza.

Lo singular de los robos de catalizadores es que las víctimas pueden llegar a circular sin percatarse de la ausencia de esta pieza, cuya misión pasa por filtrar las emisiones de gases de los vehículos para reducir las partículas contaminantes. Ya en el taller comprueban la falta del catalizador. En el caso de la víctima de La Victoria, los propios mecánicos le explicaron que no era la primera víctima de este tipo de robos a la que atendían en las últimas semanas.

El coste de la pieza oscila entre los doscientos y los setecientos euros en función del modelo, al margen de la mano de obra. Los delincuentes, en esta última oleada de robos de catalizadores, han alternado modelos antiguos y nuevos a la hora de sustraer la codiciada pieza de los turismos.

Los robos de catalizadores llevan ya meses en expansión en distintas ciudades de todo el país y en localidades como Aranda sumaron también cerca de una decena de casos hace poco más de un mes. Los autores, en el caso de la oleada de hace tres años, fueron bandas de carácter nacional, muchas de las cuales fueron desarticuladas entonces en distintas operaciones policiales.