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La ola de calor arranca con la temperatura más alta del verano en Valladolid

La entrada de una masa de aire cálido, y la estabilidad atmosférica, están detrás de este episodio de calor extremo que se prolongará, en principio, durante cuatro días consecutivos para comenzar a remitir a partir del viernes.

Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) apuntan a que durante los próximos tres días se rondarán los cuarenta grados en la ciudad, un registro inédito aún durante el presente verano, y a una sucesión de noches tropicales (de más de veinte grados de mínima) e, incluso, puntualmente tórridas (más de 25 grados) que se prolongarán hasta la madrugada del viernes.

Valladolid arde en un verano que aún no había mostrado toda su fuerza, en lo que al calor se refiere, con un pico máximo hasta la fecha de 38,6 grados, registrado el pasado 9 de agosto, y un pico de 'solo' 37,2 alcanzado en el mes de julio (el día 18).

La ola de calor más larga y asfixiante del presente verano ha comenzado ya con visos de poder romper, al menos, un récord, el de la temperatura mínima más alta registrada jamás en Valladolid, que fue de 24,2 grados, alcanzada el 3 de agosto del año pasado. En ese mismo año se vivió también la peor ola de calor de la historia, vivida en julio, cuando se alcanzaron unos inéditos 41,1 grados (para encontrar un pico más alto, de 42, hay que remontarse a 1878).

Esta vez, en principio, no se superarán los récords del año pasado, que concluyó como el más cálido de la historia desde que hay registro, aunque sí será una ola de calor intensa que remitirá ya de manera más abrupta durante el fin de semana, con un bajón claro de las temperaturas, que el domingo rondar tan solo los 25 grados.

Las previsiones, por ahora, apuntan a que el pico de este episodio se alcanzará en torno al miércoles, con una mínima prevista de 25 grados y una máxima cercana a los cuarenta.

En el horizonte se atisban, solo eso, y de manera muy tímida, alguna posible llovizna durante el fin de semana. No vendría mal si se tiene en cuenta que entre julio y agosto solo se han recogido 2,4 litros por metro cuadrado, una cantidad ínfima registrada en un chaparrón el 3 de julio. Desde entonces no se ha registrado ni una sola gota.