Octubre, fecha tope para la transformación digital de las 114 oficinas del registro civil

La digitalización definitiva, que conlleva la desaparición de la institución de los 'hombres buenos' mediadores en los conflictos vecinales y también acaba con los libros registrales de papel y los libros de familia, se produce doce años después de la aprobación de la Ley 20/2011 de 21 de julio del Registro Civil, que sufrió un largo periodo de vacatio legis mientras se decidía quien iba a ocuparse de las oficinas cuando los jueces dejaran de estar al frente, si los notarios, los registradores o los letrados de la Administración de Justicia (antiguos secretarios judiciales). Este colectivo de funcionarios es quien finalmente ha asumido la gestión de los registros civiles, un trabajo administrativo que se escindió de las competencias de los jueces con el argumento de que estos así tendrán más tiempo para dedicarse a lo suyo: instruir, juzgar y dictar sentencias.

Con la reforma de la ley en abril de 2021 se permitió la implantación progresiva de este plan de digitalización para el registro único y el partido judicial de Valladolid iba a ser la tercera sede pionera de España, junto con Madrid y Barcelona en ponerse en marcha a primeros de 2023, pero las dificultades sobre el terreno, principalmente en los pequeños pueblos (falta de medios materiales y humanos, cobertura tecnológica deficiente) ha retrasado las previsiones y amplía el plazo hasta este próximo otoño para rematar esa «implantación progresiva» del nuevo modelo del Registro Civil, que, apunta la resolución, «se caracteriza, principalmente, por ser público, gratuito, único para toda España y que se configura como electrónico e interoperable». La previsión es que el sistema Dicireg esté implantado en las oficinas registrales de todo el territorio nacional en 2025.

Lo que se pretende con este nuevo registro civil es priorizar el historial de cada individuo creando un registro individual de cada individuo desde la primera inscripción, asignándole un código personal que, en base a las normas de interoperabilidad y en conexión con los sistemas de la Policía Nacional, quedará vinculado al DNI de esa persona. El ciudadano no necesitará acudir presencialmente a las oficinas del registro para realizar trámites. El registro de todos los actos de la vida (nacimiento, matrimonio, tutelas, defunción) del ciudadano será completamente electrónico. «Hasta ahora, cada uno de estos actos se inscribían en un libro de papel diferente. Ahora hay un expediente para cada ciudadano, al que el interesado podrá acceder desde cualquier sitio sin necesidad de desplazarse al registro en el que realizó la inscripción», han explicado fuentes jurídicas. Irán desapareciendo también los libros de familia a medida que los estocajes que quedan en los registros de los pueblos se adjudiquen y ya no se expedirán más.

A partir de ahora, «una vez llevadas a cabo las tareas preparatorias y de formación», entra en servicio la nueva plataforma y el hasta ahora Registro Civil Exclusivo de Valladolid (que pasará a denominarse Oficina General del Registro Civil de Valladolid) y las oficinas colaboradoras pertenecientes a su partido judicial, que han de hacerlo simultáneamente con la sede central ubicada en el edificio judicial de la calle Torrecilla de la capital vallisoletana.

En estas oficinas de los pueblos, el servicio totalmente electrónico arrancará a las 00:00 horas del 2 de octubre de 2023 y, a partir de esta fecha de entrada en servicio, la encargada del Registro Civil en Valladolid y el personal de estas oficinas colaboradoras, tendrán que emplear esta aplicación informática «para la gestión tramitación procedimiental y práctica de asientos en el Registro Civil», indica la resolución publicada en el BOE.

Con la entrada en servicio efectiva de Dicireg, el personal que esté prestando servicios en la sede de Valladolid y en las secretarías o unidades procesales de apoyo directo de los hasta ahora Registros Civiles Municipales Delegados (las nuevas oficinas colaboradoras) seguirán desarrollando sus funciones.