Obras de reurbanización de la avenida de El Norte de Castilla en el polígono de Argales. Rodrigo Jiménez

Valladolid

Las obras asfixian a empresarios y comerciantes del polígono de Argales

Los afectados lamentan que el aislamiento por el corte de la calle Forja ha supuesto una caída de las ventas de «hasta el 40%»

Diego Fernández

Valladolid

Martes, 28 de noviembre 2023, 00:01

Los comerciantes, empresarios y hosteleros de la calle Forja no tienen otro tema de conversación. El corte por tramos de la colindante avenida de El Norte de Castilla (por obras de reurbanización) mantiene prácticamente aislado un buen tramo de esta vía perpendicular desde hace un ... mes. Las obras se han convertido en una auténtica pesadilla para los negocios allí situados, cuyos responsables lamentan que vienen sufriendo desde hace meses, y más aún en las últimas semanas, una bajada de ventas «fuera de lo común».

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La proliferación de las obras y el complicado acceso al polígono de Argales, sobre todo, en las horas punta, hacen que la entrada al área industrial sea una verdadera odisea. Y más aún en Forja. Allí está cortado el acceso a la misma desde la calle Vázquez de Menchaca y más que complicado entrar o salir de ella desde y hacia la avenida de El Norte de Castilla, que está en obras desde hace noviembre del año pasado y en la que ahora solo se mantiene abierto un carril de entrada desde la avenida de Zamora hasta el cruce con Forja y otro de ida desde Daniel del Olmo hasta la intersección con Forja.

A todo ello se suma el constante ruido de la maquinaria durante gran parte del día. Razones por las que, aseguran, se ha producido un descenso de la clientela, pues tomarse un simple café en el bar de esta calle o acceder a los comercios que se encuentran al lado del establecimiento es cada vez más difícil e incómodo.

«La afluencia de gente que entra no es ni la mitad que hace un año», resume desesperada por la situación Belén Ballesteros, que trabaja en la tienda de Sofás Valencia, un negocio que hace un año gozaba de un gran volumen de ventas. Sin embargo, desde el inicio de las obras ha notado que «cada vez son menos los clientes que entran al negocio». El acceso, asegura, es casi imposible debido a la mala señalización y comunicación con el resto de calles, lo que también conlleva una dificultad añadida para encontrar aparcamiento cerca de los comercios. De hecho, Belén Ballesteros, que normalmente tarda diez minutos desde su casa a la tienda, ahora tiene que salir con más de media hora de antelación para poder encontrar sitio para aparcar y abrir el negocio a tiempo.

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«Algunos clientes han llegado a caerse de camino a la tienda por las malas condiciones de la calle»

Belén Ballesteros

Sofás Valencia

Así de indignado se expresa también Jorge Fernández, que trabaja en el taller Argauto Motor. «Desde el inicio de las obras hemos perdido en torno a un 30% de los clientes», relata antes de añadir que el negocio se ha tenido que reinventar con el objetivo de darles mayores facilidades. De ahí que sea el propio taller el que se encargue desde hace varios meses de recoger los vehículos, ya que muchos de sus propietarios no saben cómo acceder por el polígono a la calle Forja.

En una situación muy similar también se encuentra el negocio Tecnicalor, una tienda que abrió en Valladolid en 1960 y que se encarga de diferentes instalaciones de calefacción, aire acondicionado... Su gerente, Francisco Zan, está desesperado ya no solo por la caída de ventas sino también porque no se han cumplido con los plazos de los trabajos de esta primera fase de remodelación, que suma ya su enésima prórroga desde mayo. «Nos dijeron que el 30 de noviembre acabarían pero les queda aún mucho», supone, en referencia a que aún se mantienen los postes del tendido eléctrico en las medianas de la avenida de El Norte de Castilla. De hecho, Francisco Zan cree que, como mínimo, tendrán que esperar al inicio del nuevo año para que todo vuelva a la normalidad.

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La hostelería tampoco se salva de las malas condiciones en las que se encuentra la calle. El dueño del restaurante Forja ha perdido «a más del 40%» de sus clientes en este último año y, a pesar de que «las obras seguramente sean necesarias», considera que «no han pensado en los negocios en ningún momento».

«Muchos comercios se verán obligados a cerrar si la situación no cambia rápido»

Comerciantes de la calle Forja

Los comerciantes también se quejan del aspecto descuidado que ofrece el entorno, con la carretera y las aceras sucias y llenas de barro los días de lluvia. «Algunos clientes entran manchados a la tienda y de mal humor», se lamentan, y en el caso del taller, Jorge Fernández asegura indignado que «muchas mañanas hemos estado horas limpiando todo el barro y tierra que entraba al negocio por las ruedas de los coches».

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Las restricciones a la circulación en el polígono de Argales, los eternos trabajos en la avenida de El Norte de Castilla, que comenzaron hace un año, y los cortes ocasionados por las anteriores obras de la calle Forja pueden provocar, según advierten algunos de los afectos, que en las próximas semanas «muchos comercios se vean obligados a cerrar por la falta de clientes».

Los trabajos en la avenida de El Norte de Castilla muestran ya avances significativos con las aceras adoquinadas y habilitados los nuevos espacios de aparcamientos en las dos márgenes de la calzada. En esta última, sin embargo, continúan aún en pie los postes del tendido eléctrico de las medianas. El soterramiento de la línea y la eliminación de dichas medianas pondrá fin a las obras en una fecha aún sin determinar. Los empresarios, comerciantes y hosteleros de Forja confían en que esto último ocurra «cuanto antes».

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