Valladolid

Un nuevo repunte en la llegada de extranjeros disparó el padrón en verano

Y esto estuvo relacionado directamente con los problemas laborales de aquellos momentos (el paro llegó a alcanzar el 21% entre 2013 y 2014). Esto llevó, en julio de 2021, al mínimo de 517.808. Hoy, tres años después, Valladolid ha sumado más de 9.300 habitantes gracias, especialmente, a que vuelven a llegar personas procedentes de otros países. Y este es un fenómeno que se ha notado mucho este verano, según se desprende de los datos de población publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE)

Valladolid cerró el primer semestre del año con 526.025 habitantes. Tres meses después eran 527.137. Durante los meses de julio, agosto y septiembre, la provincia sumó 1.112 nuevos residentes. De media, doce personas más cada día. El incremento en estos tres meses veraniegos ha estado por encima del registrado durante los seis meses anteriores (fueron 855 más de enero a junio). Es decir, el crecimiento demográfico se ha acelerado durante el estío. ¿Por qué? ¿A qué es debido?

La respuesta está en la población foránea. Durante este verano, recalaron en Valladolid 1.235 personas llegadas desde otros países. Es una cifra superior a los 954 que vinieron en el primer trimestre y los 770 de la primavera. Pero está por debajo de los 1.658 que llegaron entre octubre y diciembre de 2023 (1.658). El INE no permite conocer, uno por uno, los países de procedencia de todas estas personas, pero sí que ofrece datos sobre los tres primeros. Así, han venido durante este verano 450 colombianos, 210 venezolanos y 160 marroquíes. En lo que va de año, el padrón provincial ha crecido con la inscripción de 1.180 personas llegadas de Marruecos, 720 de Venezuela y 590 de Marruecos. Eso sí, también hay vecinos de estos países que, durante este verano, se han marchado de Valladolid. Por ejemplo, desde aquí han salido, entre julio y septiembre, 140 colombianos y 90 marroquíes.

En todo caso, la aportación de esta población foránea no solo amortigua sino que incluso compensa la pérdida que se produce entre los autóctonos.

En Valladolid viven, a 1 de octubre de este año, 472.088 personas nacidas en España. Son 123 menos que en el trimestre anterior. Y hay 55.049 vecinos que nacieron en otros países. Son, en apenas tres meses, 1.235 personas más. Suponen el 9,46% del total de habitantes de la provincia. Y así, el crecimiento de población extranjera (1.235) es superior al del total durante este tercer trimestre del año (1.112). O sea, la población autóctona, española, frena el auge demográfico de Valladolid.

¿Por qué? El INE ofrece ya algunos datos que ayudan a responder a esta pregunta. El primero es que mueren más personas de las que nacen. Todavía no se han publicado los datos de septiembre, pero los de julio y agosto permiten ver cómo la natalidad está muy por debajo de las cifras de mortalidad. Valladolid registró en julio de este año 475 defunciones (es una cifra aproximada porque los datos publicados hasta ahora son semanales y hay semanas a caballo entre dos meses). En ese mes nacieron 276 bebés. Son 199 personas menos. En agosto nacieron 280 y murieron 395. Son 115 menos. En términos estrictamente naturales, Valladolid perdió por esta vía 314 habitantes. Y eso que se ha vivido un ligero repunte de la natalidad. En los nueve primeros meses de 2023 hubo 2.014 nacimientos en Valladolid. En el mismo periodo de 2024 fueron 2.078. El próximo 20 de noviembre el INE publicará las cifras correspondientes a septiembre. Y además, habrá que estar pendientes de los movimientos entre provincias (cuántas personas se marcharon a vivir fuera y cuántas llegaron a Valladolid), dato aún no publicado.

Así que, con las cifras de las que en la actualidad se dispone, es fácil concluir que el crecimiento demográfico en Valladolid (como en el resto de España) viene de la mano, sobre todo, de la población extranjera.

En el último año (desde el 1 de octubre de 2023 al 1 de octubre de 2024) Valladolid ha crecido con 3.153 vecinos. En este tiempo, la población extranjera ha aumentado en 4.617. Hay un mayor porcentaje de foráneos (del 8,66% al 9,46%). Y, además, la provincia está más envejecida.

En tan solo un año, el número de personas con más de 65 años ha crecido en 2.576. El de más de 80 ha subido con 1.104. El de más de 90, en 185. Y hay ocho vecinos más que han superado los cien años. En el otro extremo de la pirámide de población, hay 780 residentes con menos de diez años (lo que apunta a que sus familias se han mudado con ellos a otras provincia o países). Y así, el número de treintañeros cae en 249 personas y los que están entre 40 y 49 años son hoy 1.986 menos que el año pasado.