Alberto García, con su patinete, fue el primer vallisoletano en cruzar el paso de Delicias y Panaderos. Alberto Mingueza
Valladolid

Así es el nuevo paso de Delicias: fuentes, columpios, poca sombra y bancos bajo las vías

Los primeros usuarios estrenan desde las 13:01 horas la conexión peatonal entre la avenida de Segovia y la calle Estación

Víctor Vela

Valladolid

Viernes, 11 de agosto 2023

Cuando Alberto García (12 años) se enteró la semana pasada de que este viernes abriría por fin el nuevo paso peatonal bajo la vías, se juró a sí mismo que sería la primera persona en cruzarlo, el vallisoletano que estrenaría este pasaje entre Delicias y ... la calle Estación, a la altura de Panaderos. Así que se despertó a las ocho, desayunó a toda prisa y a las nueve, vestido de negro y con el patinete en la mano, se acercó hasta la avenida de Segovia, dispuesto a cumplir su promesa. No contaba con que le iba a tocar esperar. Cuatro horas.

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Unas vallas metálicas impedían el paso, mientras los operarios se afanaban en dar los últimos remates a unas obras que se han prolongado durante algo más de dos años. Junto a Alberto, comenzó a reunirse un nutrido grupo de personas que, a la sombra, esperaba la apertura del paso.

Al final, a las 13:01 horas, sin inauguración ni foto oficial (ningún concejal del equipo de Gobierno acudió a la cita), se permitió el acceso. Y Alberto, sí, fue el primero. «Es una satisfacción personal, me hacía ilusión», reconoce el joven, estudiante del Jesús y María, quien estuvo acompañado durante buena parte de la mañana por su madre, Sandra Torres.

Alba y Elsa, en un columpio, delante de su smadres, Alba María y Sonia. Alberto Mingueza

Fueron los primeros en pisar el nuevo paso peatonal bajo las vías y la plazuela que se ha abierto en el lado de Delicias. Allí hay dos áreas de columpios que también tuvieron sus primeras usuarias, las pequeñas Alba y Elsa, que se subieron en toboganes y balancines mientras sus madres, Alba María y Sonia, no les quitaban el ojo de encima. «Hacían falta más zonas de columpios en el barrio, porque hasta ahora nos tocaba acercarnos hasta Canterac o el Campo Grande. Esto nos queda mucho más cerca», reconocía Sonia, convencida de que aquí pasarán muchas tardes.

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El nuevo paso entre Delicias y Panaderos ha habilitado una amplia zona estancial junto a la avenida de Segovia, con dos fuentes, bancos de piedra y de madera, un vial verde para el carril bici, una zona de escaleras en terreno de grava y la gran rampa que salva el desnivel hasta llegar a la estructura que permite sortear las vías. Se trata de un pasadizo de 32 metros de largo y 15 de ancho que ofrece mucha más luminosidad respecto al angosto paso peatonal que comunica la avenida de Segovia con Labradores (y que todavía sigue en uso).

Esta zona bajo el lecho ferroviario (soportada por 18 columnas) cuenta con nueve puntos de luz y unos bancos corridos en los laterales que fueron muy utilizados a lo largo de la jornada ya que, como se trata de una zona de sombra, allí la temperatura baja varios grados. Y eso se agradece cuando se viene de un espacio donde no existen zonas para protegerse del sol.

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«Es lo que más se echa de menos, que apenas hay sombra», dice Victoria Arqueros, vecina de un sexto piso en la avenida de Segovia. Durante meses ha visto cómo avanzaban las obras desde la ventana de su casa. Y no ha querido perderse la inauguración. La falta de sombra era una de las peticiones más repetidas. Hay árboles, sí, pero todavía de muy poco porte. «Tendrían que haber instalado unas cubiertas», sugiere Luis Candelas, quien tomó nota de lo que no le gusta: «El agua de las fuentes cae en tierra y se formará barro, tenían que haber puesto unas baldosas alrededor».

Bimba y Benji, junto a Soledad y Juan. Alberto Mingueza

Entre los primeros usuarios, estaban también Benji y Bimba, dos perros (vecinos de la calle Loza y Labradores) que pasearon por la zona junto a sus dueños, Juan y Soledad. «Es un buen espacio para venir con los perros, sin tener que ir al Campo Grande, porque Caño Argales se queda un poco pequeño», explica Juan, mientras Soledad cruza los dedos para que los vándalos no llenen las blancas paredes de pintadas. Todavía hay una zona de la plazuela, la más cercana al viejo paso de peatones de Labradores, que está sin finalizar.

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Al otro lado de las vías, en la calle Estación, el desnivel se salva con dos tramos de escaleras de 12 y 28 escalones, dos rampas (más inclinadas que en el lado de Delicias) y un ascensor (vigilado con cámaras de seguridad) que este viernes no funcionaba.

«Tendrían que haber puesto más ascensores. En el barrio somos personas cada vez más mayores y los vamos a necesitar», propone una vecina de la calle Levante. Una vez en la calle Estación, el acceso al paso inferior incluye varios bancos en el pequeño tramo de calle que se ha ganado al lecho ferroviario, también con carril bici y sin que se haya rematado del todo la zona más cercana a la estación.

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«El resultado es muy bueno. Está muy bien. Le va a dar más vida al barrio, pero yo prefiero el soterramiento, que no sé si lo llegaré a ver», asegura Juan Javier Cañas. Entre los primeros usuarios, también hubo demandas de aparatos de ejercicios para personas mayores. Y, sobre todo, mucha curiosidad para comprobar cómo es ahora atravesar las vías por una zona con mucha más amplitud que el tradicional túnel de las Delicias.

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