Valladolid

El nuevo carril bici de Isabel la Católica toma forma y muestra su calzada en el paseo peatonal

El futuro vial para ciclistas tendrá una longitud de 1.100 metros (1,1 kilómetros) y los obreros trabajan ahora sobre dos tramos lineales de apenas 400, poco más del treinta por ciento. Así, y después del primer mes y medio de obras, de los diez previstos para su ejecución, hay dos tramos prácticamente construidos ya en el paseo peatonal al borde del talud ajardinado que mira a la playa.El primero, de 213 metros lineales, se encuentra entre los puentes Mayor (un poco más adelante) y la salida del paseo de Marcelino Martín 'El Catarro', frente al cruce con San Quirce; y el segundo, de 178, arranca pasado el cruce del paseo de El Catarro y llega hasta la altura del cruce con la calle Encarnación –en este tramo está cortada al paso peatonal la escalinata que baja a la playa–.

En dichos tramos se han levantado ya los adoquines y extendido la capa de hormigón de 2,3 metros de ancho por la que discurrirá el futuro carril bici, que será bidireccional y que tendrá la tradicional capa de rodadura verde -aún sin extender-.

Y justo al borde del carril están trabajando ahora los operarios para introducir las canalizaciones eléctricas para la hilera de farolas que separarán en cierto modo el espacio peatonal del ciclista en este primer tramo completo entre los puentes Mayor y de Poniente. Solo el tramo en el que aún languidece el antiguo restaurante Los Álamos –cerrado y abandonado a su suerte desde el año 2011– mantendrá el espacio libre de alumbrado por si alguna empresa adquiere la concesión, al ser de titularidad municipal, y retoma algún proyecto hostelero para devolver la vida al inmueble.

Las obras, no obstante, solo se centran por ahora en los tramos lineales del paseo peatonal a falta de las futuras conexiones. La primera, desde el Puente Mayor, incluirá una rampa de bajada y de subida para conectarlos con el carril bici del paseo del Renacimiento –hacia y desde LaRondilla– y el ciclocarril que discurre por el carril derecho del propio puente –hacia la avenida de Salamanca–. Más adelante, en el cruce con la salida para vehículos del aparcamiento disuasorio por el paseo de El Catarro, se habilitará una pequeña curva de unión entre los dos tramos del carril bici que se ejecutará en el último momento, presumiblemente de cara a la entrada en servicio del nuevo vial para ciclistas, que debería producirse en torno a los meses de mayo y junio del año que viene si se cumple el plazo inicial para ejecutar los trabajos, que comenzaron el pasado 29 de julio.

Hasta entonces faltan por ejecutar los trabajos, más complejos, en el siguiente tramo, desde el puente de Poniente, al borde de La Rosaleda y hasta las pistas de skate. Allí el carril bici discurrirá entre la acera y la calzada con el mismo ancho de 2,3 metros a costa, eso sí, de reducir ligeramente el ancho de los dos carriles para vehículos a tres metros para mantener los dos metros actuales de la acera. Y la tercera fase, desde la pista de skate hasta el puente de Isabel la Católica, se bifurcará por el parque para habilitar un vial de uso compartido entre ciclistas y viandantes.

Cuando todo esto ocurra, en principio, al borde del verano del año que viene, se jubilará el actual carril bici que ocupa el carril derecho del paseo y que se recuperará para los vehículos. Este vial, habilitado en julio de 2020, durante el mandato de Óscar Puente, supuso una inversión de 250.000 euros y mantiene un elevado número de usuarios, con una media de 1.478 diarios contabilizados en lo que va de 2024.