Valladolid

El incremento de donaciones y herencias sube los ingresos de la Diócesis de Valladolid

El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, junto con el ecónomo diocesano, José María Conde, han presentado las cuentas anuales del ejercicio 2023 que crecieron un 15,78 por ciento respecto al año anterior con un montante total de 23,84 millones de euros.

Una subida que principalmente obedece al incremento de donaciones y herencias, como ya viene sucediendo en los últimos años con capítulos que también destacan en aportaciones directas de los fieles, la asignación tributaria a través de marcar la 'X' en la casilla de la Iglesia que sigue creciendo en la provincia vallisoletana u otros ingresos corrientes.

En concreto, los templos mantienen las cantidades de la recogida del popular cestillo en sus diferentes celebraciones religiosas, según los datos oficiales, pero registraron un crecimiento de las aportaciones vía bancaria, tanto por citada suscripción como por donación extraordinaria, junto con otro pico de ingresos que en algunos templos han llegado por vía datáfono si bien no es un medio de pago que abunde todavía en las iglesias de la capital o de la provincia. Se trata de una circunstancia, como detectan fuentes diocesanas, que ha conllevado una bajada de edad en las personas que realizan esas aportaciones bajándose la media de edad considerablemente con lo que, por tanto, «se detecta con satisfacción un crecimiento del dinero ingresado por la población joven de a ciudad y provincia y no sólo por los mayores, que son los mas asiduos a las misas dominicales».

No obstante, respecto a la población más mayor, sigue creciendo el número de donaciones notariales formalizadas a favor de la Archidiócesis de Valladolid. Una tendencia que hay que analizarla al menos teniendo en cuenta una década como horizonte temporal, como recalcó el propio Luis Argüello, pero que demuestra la responsabilidad de la feligresía vallisoletana con su Iglesia. Y es que, en este sentido cabe destacar, como se significó esta mañana, que una gran parte de ese dinero recibido se invierten en causas sociales, a acciones pastorales y asistenciales -10,80 por ciento-.

Así las cosas, la tercera parte del total de los presupuestos diocesanos del ejercicio pasado -23,84 millones de euros- va destinado íntegramente a la conservación de edificios y los propios gastos de funcionamiento. Valladolid es una demarcación diocesana con numerosos templos y edificios de asistencia social que piden al cabo del año muchas obras de reparación en partidas económicas que en la mayoría de los casos sobrepasan la anualidad y se contabilizan en varios ejercicios por lo que este año ha descendido por esa causa aunque, como destacan las mismas fuentes, en los últimos años se trabaja mucho con dinero diocesano y con financiación de la Junta de Castilla y León y de la Diputación Provincial con lo que el patrimonio cada vez está en mejor estado de conservación y las tareas de reparación son menos costosas.

Unos números, en definitiva, para afianzar numerosas actividades celebrativa pastoral, educativa, cultural, evangelizadora además de caritativa y asistencial. Así, la realidad diocesana vallisoletana pasa por una estructura organizativa de 209 sacerdotes y 1.268 religiosos además de 241 monjas de clausura, 25 seminaristas o 2.015 catequistas para coordinar el trabajo en 305 parroquias y 20 monasterios si bien es cierto que el montante en concepto de remuneraciones salariales, seguridad social y otras prestaciones ha descendido como consecuencia del descenso de religiosos que, cabe destacar, tiene una media de 72 años de edad.

Un personal, por ejemplo, que muchos trabajan en alguno de los 64 centros para mitigar la pobreza donde durante el año 2023 atendieron a cerca de 20.000 personas; 8 casas de ancianos donde se dio cobertura a 1.316 mayor es o 3 centros de asistencia a emigrantes, refugiados y prófugos donde fueron atendidos 4.398. Cabe destacar que en la decena de centros para la promoción de la mujer y victimas de violencia de género fueron ayudadas 3.548 y en el centro de menores recibieron atención un total de 517. En total, en los citados y en otras dependencias diocesanas como de rehabilitación para drogodependientes, para promover el trabajo o la red de Cáritas o Manos Unidas, fueron asistidas 47.780 personas en el centenar de centros diocesanos en lo que significa, como remarcaron fuentes arzobispales, la mayor red de ayuda y asistencia de la capital y provincia vallisoletana.

Se trata de unos datos cuyos responsables arzobispales se sienten orgullosos ante la alta participación de la sociedad vallisoletana con su Iglesia a lo que el propio Argüello ha señalado que, ante la celebración del próximo domingo, «el Día de la Iglesia Diocesana es una jornada para tomar conciencia e nuestra corresponsabilidad e la comunión y en la misión de la Iglesia». Por esto el prelado hace un llamamiento a que «nuestra Iglesia diocesana precisa ayuda económica para realizar toda su misión, conservar los templos y otros locales o pagar un salario justo a las personas que colaboran profesionalmente» pero, «sobre todo», aseveró el arzobispo aludiendo al plano más humano, «la Iglesia precisa de hombres y mujeres que descubran y vivan su existencia como don, respondiendo así a la llamada de Dios amor».