Sexólogos de Castilla y León
«Los niños acceden al porno accidentalmente a partir de los ocho años»Sexólogos de Castilla y León
«Los niños acceden al porno accidentalmente a partir de los ocho años»Un estudio de la Red de Jóvenes e Inclusión social y la Universidad de Baleares publicado en 2020 alertó de que uno de cuatro jóvenes se iniciaba en la pornografía antes de los 13 años, siendo ocho años la edad del primer acceso. Entre los ... chicos, la edad media de inicio son los 14 años, 16 en el caso de ellas. Los datos, recogidos a través de 2.500 encuestas realizadas entre jóvenes de siete comunidades autónomas, arrojaron que Castilla y León presentaba algunos de los accesos más prematuros: un 61,2% de los jóvenes se inician antes de los 16 años en el consumo de vídeos con contenido pornográfico. En el estudio solo presentan datos peores Castilla-La Mancha y las Islas Baleares. En paralelo al incremento del consumo de pornografía, han aumentado los delitos con menores involucrados.
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tildó de «auténtica epidemia» el consumo de contenidos pornográficos en menores durante una reciente entrevista y anunció que el Ejecutivo estaba trabajando en un acuerdo para proteger a adolescentes y menores de los riesgos de la red. Este pacto comprendería la aprobación de una ley integral para la protección de los menores en internet, una estrategia multidisciplinar desde el ámbito de la educación, las competencias digitales y la igualdad y la creación de dispositivos para limitar el acceso a contenidos pornográficos.
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Los expertos coinciden en el acceso más temprano de los menores a la pornografía por el uso de las nuevas tecnologías. Yeni Martín, fundadora de la asociación de sexología Dialogasex, explica que el primer contacto de los niños y adolescentes con la pornografía se produce de forma accidental en una edad temprana. «A partir de los ocho años y medio acceden accidentalmente. A los 12 o 13 años ya lo buscan», explica, siendo una de las vías de acceso el uso del móvil de los propios progenitores sin supervisión: «En muchos casos los padres tienen chats de adultos donde se manda contenido sexual y es una de las vías de inicio en la pornografía», explica.
Juan González, director del centro de educación sexual Xat Sexología, coincide en que el acceso temprano a los dispositivos móviles es la puerta de entrada de los menores a los contenidos pornográficos de una manera pasiva y destaca que la diferencia la marca «cuándo el 'banner' de contenido sexual les llama la atención y cuándo no».
Más allá del porno, los sexólogos destacan que el consumo de contenidos musicales y televisivos contribuyen al acceso precoz de los niños y adolescentes a la sexualidad. González subraya que en sus charlas con alumnos de Primaría le preguntan «¿qué es el punto G? porque lo han escuchado en una canción del artista musical Quevedo». Para el experto, esto se debe a que «están desarrollando sus primeros años de adolescencia en la sociedad más sexualizada de la historia». Yeni Martin, coincide en que «esa idea del macho empotrador no la tienen solo del porno, si no de series como 'La Que Se Avecina'».
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La sexóloga apunta a que el consumo de pornografía contribuye a uniformizar las pautas eróticas y los deseos: «Hay estudios en los que se analiza que la violencia del porno se instala en el imaginario colectivo. No creo que a todos los varones le gusten las mismas prácticas eróticas, lo que te tiene que gustar para cumplir con determinados estereotipos de masculinidad». En el caso de ellas, el consumo del porno contribuye a normalizar la violencia y a «asumir que es necesario realizar determinadas prácticas», destaca Martín.
Sobre el tipo de contenidos que consumen, González refiere que lo que más visionan es el «porno 'mainstream'», que genera un mayor perjuicio sobre las jóvenes: «El deseo está totalmente jerarquizado a lo masculino. El papel femenino es meramente pasivo».
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La reproducción de cuerpos estereotipados y los problemas de disfunción, son otros de los riesgos que entraña el consumo de estos contenidos, según los expertos. «Al estar expuestos a un estímulo tan potente, necesitas más estímulos para tener una excitación», explica la fundadora de Dialogasex. Además, matiza que «el porno no lo es todo», sobre los riesgos existentes para los menores que acceden a internet, ya que existen otras prácticas en aumento «muy relacionadas» como el 'grooming' -un adulto que se hace pasar por un joven de edad similar a la de su interlocutor- o la 'sextorsion' -chantaje de carácter sexual por parte de un ciberdelincuente-.
Para los expertos, la solución pasa por la educación sexual desde un enfoque integrador en distintos ámbitos como las aulas o los entornos familiares: «En 5º y 6º de Primaria ya acceden a la pornografía. Ellos mismos te cuentan y te hablan de prácticas eróticas. Si esto sale y no lo abordo, lo van a buscar en otro lado», defiende Martín. La formación al profesorado y los padres, es otra de las claves, ya que «los jóvenes tienen otros códigos distintos a los de sus familiares. Antes teníamos que buscar pornografía, mientras que ahora lo tienen a golpe de click cuando les dejan el móvil».
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Sobre cómo deben estar enfocados los programas de educación sexual, Martín explica que es necesario dar un paso más y plantearlos como «programas de promoción de bienestar, de igualdad entre sexos y el respeto a las distintas orientaciones» con el objetivo de que «puedan tomar decisiones libres e informados». Considera que este abordaje debe hacerse bajo el paraguas jurídico de normativa ya existente como las «leyes de educación y de igualdad».
«Más que prohibir estaría muy bien educar» enfatiza González, que no ve «complejo» regular el acceso a estos contenidos y considera que la educación sexual sigue en el limbo sobre cómo se va a impartir. «La educación sexual está regulada, pero habría que materializarla en algo concreto. De momento es un brindis al sol pero sin mucho contenido», explica.
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Nina Infante, vicepresidenta del Foro Feminista, alerta de un notable incremento de las «manadas de menores». Las condenas por delitos sexuales cometidos por menores aumentaron un 38% en Castilla y León, según los últimos datos publicados por el INE recabados en 2022. La cifra pasó de 21 a 29 procesados y se elevó en cinco de las nueve provincias de la comunidad. También creció el número de infracciones por las que fueron condenados, 41 frente a 26 en 2021. El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, Jose Luis Concepción, ya alertó de un incremento exponencial de los delitos sexuales durante las Jornadas Anuales de Jueces de Menores que tuvieron lugar en marzo del año pasado, en Burgos y vinculaba el aumento de las condenas en menores con el consumo libre de pornografía.
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