Los 'nidos' históricos de Pingüinos en Valladolid

En un principio esta concentración estaba impulsada por varios motoristas que se reunieron más tarde con la fundación del Club Turismoto, y organizaron el Hipo 77 (Hipoconcentración de Valladolid), celebrado precisamente en 1977. Fue el municipio de Simancas el que acogió el primer evento sobre dos ruedas con el que empezó esta tradición, aunque aún sin el característico nombre de Pingüinos.

En cuanto a la elección del tiempo, la idea de desafiar al frío invierno de Valladolid surgió del propio grupo de Turismoto, rechazando así las buenas temperaturas como acicate para reunir a los motoristas.

Y es que aunque muchos puedan pensar que el nombre de la cabalgata de moteros se debe al gélido frío que se pasa durante esos días, están equivocados. El origen del nombre de Pingüinos se relaciona con que es el animal con el que más se identifican los amantes de las dos ruedas. Rápidos en el agua, como los moteros en sus vehículos, pero torpes en tierra al igual que los conductores cuando se bajan de la moto y tienen que caminar con su vestimenta de cuero o cubiertos por varias capas.

Poco a poco, la concentración creció y los motoristas lograron alzar la reunión invernal como la más importante de Europa, un hecho confirmado años por año por los datos de asistencia. En la concentración de 2023 se batió el récord de inscritos con los 43.316 participantes que se aventuraron sobre su moto para hacer frente al frío de la capital del Pisuerga. Ese año se reunían en las inmediaciones del Pinar de Antequera para disfrutar de música en directo y comida caliente; todo ello envuelto en el rugido de cientos de motores. Sin embargo, desde el inicio del evento la localidad donde se daban cita todos los años ha ido cambiando.

En su inauguración, los organizadores decidieron traer la cabalgata de motos por todo el barrio de las Delicias, decisión que tuvo su recompensa. Así llegó el primer patrocinio de una cita que logró reunir un total de 330 valientes que se trasladaron hasta Simancas cuando apenas había concentraciones de motos en España. Ya en su segunda edición, y teniendo en cuenta que enero era la fecha elegida para continuar con esta reunión, el evento se celebró durante tres años seguidos en Herrera de Duero.

Después, cientos de Pingüinos emigrarían hacia el Pinar de Fuensaldaña para darse cita durante otras tres ediciones en las que ya se alcanzaban los 752 participantes, según datos del Ayuntamiento de Valladolid. Tordesillas sería la siguiente localidad en tomar el relevo para acoger en principio a 1.160 motoristas. Durante sus trece años de estancia en la Villa del Tratado, crecieron hasta llegar a los 15.000 aficionados. En 2009, la ciudad de Valladolid se convirtió en la sede oficial tras pasar por Boecillo y regresar brevemente a Simancas en 2008. Por aquel entonces, y hasta ahora, la concentración motera, que no para de crecer año tras año, ya se ha instalado como una cita casi obligatoria para los amantes, y no tan amantes, de las motos a nivel nacional e internacional.