La música en vinilo revive en Valladolid con una nueva tienda de discos que reúne los fondos de Charly Blues

José Miguel Sebastián y Antonio López 'Otto' –un manager de bandas, un empleado del servicio de limpieza– se han aliado para, en tiempos de Internet y Spotify, abrir una tienda de discos físicos. De vinilos, cedés y hasta casetes. Un local donde la música tiene carátula y diseño, donde los dedos pueden caminar por mil lomos de elepés a la caza de un tesoro en surcos.

Su aventura se llama Disconautas, se suma a la única tienda que hasta ahora sobrevivía en Valladolid (Disco Center, en Alonso Pesquera), y lo hace, además, en alianza con un local mítico: Charly Blues. «Cuando Charly cerró, muchos vallisoletanos nos quedamos huérfanos», explica Antonio. Él era una asiduo de aquella tienda que Carlos Pedreño 'Charly' abrió en las viejas Galerías Campo Grande (en el Paseo de Zorrilla). «Allí compré, hace casi 35 años, mi primer disco. De Rory Gallagher. Yo ni siquiera tenía plato. Compraba los vinilos, me iba a casa de mi hermana y allí me los grababa en casete para escucharlos», rememora. Aquellas visitas cotidianas a la tienda de Charly se convirtieron en costumbre y luego derivaron en amistad. También en San Isidro, donde Charly Blues se mudó y tuvo local hasta que, hace poco más de tres años, cerró.

«Cuando esto pasó, Antonio y yo empezamos a darle vueltas. No queríamos que el espíritu de esa tienda desapareciera. Pensamos en crear una asociación, en mantener de alguna forma viva aquella energía», cuenta José Miguel. Al final, decidieron unir esfuerzos, recuperar el inmenso catálogo de Charly Blues y ponerlo a disposición del público en esta tienda de la calle Torrecilla. «Queremos no solo vender discos, sino convertirnos en un espacio en el que la gente descubra nuevos sonidos y pueda encontrar todos aquellos que van más allá de las modas. Una tienda de discos tiene una labor de difusión, donde encontrar jazz, rock, blues, clásica... Nuestra intención es ofrecer charlas, acoger a los grupos locales. El escaparate se puede convertir en un pequeño escenario», explican con la ilusión del estreno.

La primera opción, reconocen, era coger el traspaso del local de San Isidro. Sin embargo, finalmente optaron por mudarse. Hallaron uno en Torrecilla y no lo dudaron. «No solo es una calle de paso, con movimiento, sino que también está en una zona de mucho ambiente cultural. Tenemos cerca el Museo de Escultura, la Casa Revilla, la de Zorrilla. Hay librerías, bares musicales...». Y ahora quieren, con esta nueva tienda, sumar actividades culturales a la ciudad.

En tiempos de músicas líquidas y de hilos musicales, del 'streaming' y repetitivas listas de reproducción, José Miguel y Otto apuestan por el placer de la escucha. «La música tiene un poder evocador brutal. A veces te cuesta acordarte de ciertos momentos y de algunas personas, pero si escuchas una canción que esté asociada a ellos, el recuerdo te viene con mucha fuerza», aseguran. «Reivindicamos, en estos tiempos de prisa, ese placer de sentarte con tranquilidad y el disco en la mano a escuchar una canción que te gusta», indican. «La música también tiene su contexto, el del momento en el que se hizo, y es también importante conocerlo. Hay grupos que en los 70 se expusieron a represalias por cantar lo que cantaban. Por eso las canciones nunca están solas», cuenta 'Otto', convencido de que las tiendas físicas contribuyen a crear esa banda sonora común para que la música tenga aún más valor.

Disconautas (Torrecilla, 17) abre de martes a sábado, 11:00 a 14:30 y de 17:30 a 21:00 horas.