El Museo del Vino incrementó el 6% el número de visitas en 2017

A la espera de cerrar los datos del mes de diciembre, a 15 de este último mes los visitantes que se han acercado al Museo Provincial del Vino –ubicado en el castillo de Peñafiel– ascienden a 86.553, un 5,8% más que los registrados a 31 de diciembre del 2016, el cual se cerró con 81.531 turistas que pasaron por taquilla. Como explica el director del centro museístico, Víctor Fernández, «podemos llegar a aumentar esa cifra en 1.500 personas más» al cierre del mes, por lo que el dato global podría alcanzar la cifra de 88.000 visitantes.

De esta forma, como afirmaba hace escasas fechas Jesús Julio Carnero, presidente de la Diputación vallisoletana –institución que gestiona el centro–, el Museo Provincial del Vino sigue siendo el más visitado de Castilla y León.

Con respecto al perfil del visitante, los lugares de procedencia siguen siendo los habituales, al menos dentro de la geografía nacional. Los orígenes se compartimentan por zonas de promoción del centro museístico. A 30 de noviembre, destaca la llegada de público madrileño con 20.627 turistas, seguido del que llega de la cornisa Cantábrica (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco) con 11.233, siendo 4.626 los que llegan desde Cataluña. De esta última Comunidad, Víctor Fernández destaca la peculiaridad de la llegada de sus viajeros en el mes de agosto, cuando «sube muchísimo», de hecho llegaron este año 1.392 visitantes. «Durante ese mes, llegan en mayor medida debido a que hay mucha gente de la región allí que regresa a ver a sus familiares, y en busca de un turismo distinto al de playa, pues eso lo tienen todo el año».

De Castilla y León, sin contar Valladolid, la cifra es de 10.864, mientras que la provincia aporta 9.116 visitas. Del resto de España este año se han acercado 17.417 visitantes a 30 de noviembre. Este dato ha caído un poco este año –19.643 en 2016–, a expensas de diciembre, aunque Fernández no cree que se llegue «por poquito» al número del anterior ejercicio. En Madrid y cornisa Cantábrica se mantienen los números y en los demás lugares de origen aumentan todos, a la espera de los datos de diciembre.

Las perspectivas pare el 2018 son muy buenas, basadas en la tendencia creciente desde que en el 2015 se tocó suelo con 77.515 turistas, algo que tiene su explicación no solo en la crisis, sino también en el cierre del museo durante dos meses para renovar contenidos y hacer estos accesibles a personas con distintas discapacidades, y la apuesta por las nuevas tecnologías. Fernández reconoce que «el 2018 se presenta mejor, porque se ve más movimiento en el sector turístico, en las agencias de viajes, en hostelería…, tiene pinta de que vamos remontando y mejorando. Tengo más contactos con las agencias y eso es porque el público demanda turismo».

Los datos actuales «no son los de la apertura cuando se superaron los 100.000 visitantes», señala Fernández, quien explica que eso se debe a que «en aquella época éramos el único recurso enoturístico de la zona, las bodegas todavía no tenían oferta», algo que ahora no sucede pues «hay muchas, algunas que pegan fuerte en el tema enoturístico». Además, refleja, «la misión de los centros turísticos de la Diputación es dinamizar, y crear infraestructura turística». Los viajeros aumentan, algo que también hacen «los sectores profesionales que nos visitan, como sumilleres de toda España, empresas que hacen cursos de sumillería y enología, que mandan a los alumnos», pues entre los cometidos del museo uno de los principales es la función didáctica.

Proyectos sobre la mesa hay unos cuantos, pendientes del presupuesto. Entre ellos, uno que contempla la posibilidad de que personas con movilidad reducida no pueden acceder a la torre del homenaje, sea esta la que se acerque a ellos.