Las multas por pasar el semáforo en rojo suben el 43% en el primer semestre del año en Valladolid

Continúa por tanto la tendencia descendente en cuanto a sanciones en materia de movilidad y seguridad vial se refiere, aunque con una excepción significativa que este año ha llamado la atención en la memoria semestral; repunta el número de conductores que se salta el semáforo en rojo a pesar de que las cámaras que los vigilan están en los puntos habituales, salvo, eso sí, los renovados y conectados de nuevo en la avenida de Soria y Juan Carlos I (desde el segundo trimestre de 2019). En cambio, no han contabilizado los de Don Sancho y la Rinconada. Entre enero y julio de este año las multas por pisar el acelerador cuando los discos están ya en ambar pasaron de las 698 registradas en el primer semestre de 2018 a las 1.236 de 2019. Es decir, se incrementaron las sanciones el 43%, rompiendo la tendencia descendente registrada en los últimos años.

Pero son la excepción. Porque el «buen comportamiento» de los conductores sigue en alza en las calles de Valladolid, según reconoce el concejal de Seguridad Ciudadana, José Antonio Otero. «Nos vamos concienciando de que hay que cumplir las normas de circulación, las campañas de los años anteriores van dando sus frutos», añade.

Hay así 4.000 infracciones menos que el pasado año detectadas por los radares fijos, móviles, agentes de seguridad y controladores de la ORA. El grueso en los dispositivos de velocidad situados siempre en los mismos puntos de la ciudad, que cayeron en 3.000 infracciones, aunque en este caso hay matices dentro de la lectura concreta de estos medidores, pues no se disponen datos de los situados en Arco de Ladrillo, Paseo de Zorrilla a la altura de la Plaza de Toros y Monasterio de San Lorenzo del Escorial, que precisamente fueron renovados y adaptados a radares multicarril en julio de este año al haberse quedado «obsoletos» y tener un funcionamiento defectuoso. Ahí podría radicar en parte la explicación a la notable reducción de las sanciones de los radares fijos. Por ubicación, el de la avenida de Burgos vuelve a ser el que más conductores detectó con el pie sobre el acelerador por encima de la velocidad permitida, con 5.250 sanciones y una media de 29 cada día; seguido del de la avenida de Zamora, que aunque es el segundo que más sanciona lo hace en menor medida que el pasado año (4.403 frente a los 3.454 de 2018).

Menos infracciones detectó también el vehículo radar móvil –se sitúa en diferentes puntos de la ciudad de forma aleatoria–, con 150 menos, mientras que las detectadas por los agentes por mal estacionamientos o por uso de móvil, entre otras, pasaron de 8.751 a 8.659. Hay además más cuidado por parte de los vallisoletanos a la hora de aparcar después de que el multacar disparara el pasado año las sanciones en todos los barrios donde la doble fila era habitual. En este caso, los Toyota Prius, presentados en marzo de 2017 y que tienen capacidad para barrer y fotografiar toda la vía, interpusieron 1.068 multas frente a las 3.262 de 2018.

Como es habitual, la zona de aparcamiento regulado por la ORA, la comúnmente denominada zona azul, lidera las sanciones interpuestas por infracciones en materia de tráfico con el 43% del total y registra además un incremento en las denuncias tramitadas por los controladores de la empresa adjudicataria Dornier, que pasan de 16.738 a 17.326 en este primer semestre –un incremento del 3,4%–. De media, la zona azul dejó 96 multas cada día entre enero y junio de este año, con cuantías que oscilan entre los 40 y los 90 euros, en función de la infracción cometida –superar el tiempo de estacionamiento abonado o no sacar tique, entre las más comunes–.