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La Policía Local impuso dos multas en quince minutos el domingo, a la hora del vermú, al dueño de un bar del centro al que inicialmente sancionaron por dispensar bebidas alcohólicas –una ordenanza municipal prohíbe beber alcohol en la calle– y tapas para consumir. ... Esto ocurrió a las dos de la tarde. Los agentes volvieron un cuarto de hora después y se encontraron con la misma situación. «Se puede vender comida para llevar, pero no para su consumo allí mismo», recuerdan los agentes, que ese mismo día sancionaron por lo mismo a un bar de Pilarica y el día antes a otro negocio del centro y a once clientes por utilizar su propia terraza para consumir.
Los policías locales interpusieron 35 denuncias durante el pasado fin de semana, en su mayoría, a jóvenes que fuern sorprendidos en grupos haciendo botellón en distintos puntos de la ciudad. La multa mínima por este motivo es de treinta euros.
La sanción en el caso del hostelero de Pilarica fue idéntica y ocurrió a la misma hora, las dos de la tarde, al ser sorprendido por los agentes cuando dispensaba bebidas (cañas incluidas) y tapas que los clientes estaban consumiendo sobre una mesa de su terraza a pesar de que estaba recogida.
Esta escena se repitió el sábado, también en el centro, donde otro hostelero fue sancionado por el mismo motivo, si bien en su caso también fueron identificados y multados once clientes por consumir en una improvisada terraza a su puerta las bebidas y tapas.
Los agentes, en este sentido, recuerdan que la ordenanza municipal de prevención del alcoholismo prohíbe consumir alcohol en la calle y prevé multas de treinta euros por hacerlo, que pueden alcanzar los 600 euros en casos de aglomeraciones.
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