Valladolid

Multan a un abogado de oficio por no acudir a un juicio al estar de huelga

«Quiero que se reconozca y se respete nuestro derecho de huelga. Pedimos que el turno de oficio sea digno», agrega contrariado el letrado, que es uno de los muchos abogados de la provincia que lleva cinco meses reivindicando mejoras en las condiciones del servicio.

Su incomparecencia, la cual corroboró vía telefónica el mismo día de la vista oral, le ha supuesto a Lázaro un expediente disciplinario al inadmitir su motivo alegado (derecho a huelga). Tras comunicarle la providencia, en la que se comunica el número de cuenta para abonar la sanción, son muchos los apoyos que ha encontrado Lázaro entre sus compañeros de profesión. De esta forma, uno de los sindicatos ha invitado al resto de letrados y a la ciudadanía a subsanar y ayudar a Lázaro en el pago de la sanción, por lo que están ingresando en la cuenta del juzgado pequeñas cantidades, que en ninguno de los casos superan el euro, hasta que se abonen esos 300 euros.

Asimismo, el abogado ha presentado una solicitud de amparo ante el Colegio de Abogados de Valladolid. «En principio, el Colegio no está de acuerdo con la huelga, pero sí que respeta el derecho individual», añade Lázaro, que el próximo 16 de mayo se volverá a enfrentar a la misma situación al estar señalado para esa fecha el mismo juicio. «Ese día me lo tendré que pensar porque es un tema que afecta a mi salud mental. Ya no es cuestión de hacer huelga, es ir allí obligado... Nosotros, los abogados, hemos estado cinco meses sin ingresos y sin trabajar cuando los jueces o letrados de la administración de justicia han estado de huelga. Ahora paramos nosotros y nos obligan a venir», concluye.

Precisamente, los letrados llevan movilizándose cada martes en Valladolid desde hace cinco meses, cuando iniciaron una huelga por las condiciones de trabajo de los profesionales sobre los que recae la responsabilidad de garantizar la justicia gratuita. Los abogados lamentan la escasa remuneración que cobran por estos trabajos, en concepto de indemnización por la falta de una relación laboral reconocida con la Administración, lo que les supone tener que afrontar gastos derivados de la asistencia prestada, como los desplazamientos dentro de la provincia.

En esta ocasión, a David Lázaro le había tocado defender a un conocido por gran parte de los policías y los abogados del turno de oficio de Valladolid, al atesorar numerosos antecedentes. El conocido como ladrón de parroquias (D. Q. H.) se enfrentaba ese pasado 11 de abril a un delito de hurto por robar, en esta ocasión, una bicicleta.

Su pasado se ha centrado principalmente en llevarse los cepillos de iglesias como la de San Nicolás, San Fernando, Santa Teresa de Jesús, La Pilarica o Santa María Magdalena, entre otras.