Los hechos tuvieron lugar a las cuatro y media de la madrugada del pasado domingo en un bar del entorno de la Catedral de Valladolid, al que acudió inicialmente una patrulla de la Policía Nacional para ayudar a sus trabajadores a sacar del local ... a un hombre que estaba «causando problemas». El cliente en cuestión fue expulsado del establecimiento y localizado unos minutos después, en esta ocasión por la Policía Local, cuando circulaba por una vía peatonal, como es la calle Arribas y todo el entorno de la Seo, «en una motocicleta y sin el casco». Después le sometieron a la prueba de alcoholemia y triplicó con creces el límite legal (0,25) al arrojar una tasa de 0,90 miligramos por litro de aire espirado. El piloto fue denunciado por un delito contra la seguridad vial y su vehículo fue retirado por la grúa.
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El suyo fue el caso más llamativo del pasado fin de semana, aunque no el único, ya que los policías locales cazaron a un total de nueve conductores cuando circulaban ebrios y a un décimo que lo hacía drogado. Cuatro de los infractores fueron cazados en los controles preventivos, como en el instalado el sábado de madrugada en la calle Doctrinos, donde cayeron tres conductores consecutivos en quince minutos. El resto cometieron alguna infracción o se vieron implicados en siniestros leves, como el registrado el domingo a la misma hora que el incidente de la calle Arribas (4:30), aunque con el paseo de Isabel la Católica como escenario, donde un conductor se salió de la calzada, derribó una papelera y saltó después la mediana hasta el carril contrario.
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