Una mujer recoge los excrementos de su perro. I. O.

Multa de 150 euros en Valladolid a los dueños de los perros que no frieguen el orín en fachadas o mobiliario

El Ayuntamiento aprobará el próximo martes la nueva ordenanza de protección animal, que aboga por el sacrificio cero

J. Asua

VALLADOLID

Miércoles, 26 de septiembre 2018, 21:13

El Pleno del Ayuntamiento de Valladolid aprobará el próximo martes la nueva Ordenanza de Convivencia Responsable y Protección Animal. La norma, que ayer fue dictaminada favorablemente en comisión, con la abstención del PP, contempla, como novedad más curiosa, la obligación de los dueños de los perros de fregar el orín de sus mascotas cuando estas meen en fachadas o mobiliario urbano.

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La prescripción, que se incluye en el apartado c del artículo 12, se suma a la obligación de retirar los excrementos sólidos de los canes. Así, la ordenanza insta a las dueños a evitar que sus mascotas levanten la pata para marcar con su pis esquinas, farolas o señales. «Si la micción llegase a producirse en esos lugares, la persona que conduzca el animal mitigará su efecto mediante el empleo de agua jabonosa o de otros procedimientos que garanticen la limpieza del lugar», se lee. No hacerlo está considerado como falta leve y puede ser sancionado, en el caso de que un agente de la Policía Local lo detecte, algo complicado como ya ocurre con las cacas que no se recogen, con una multa de 150 euros. A esta nueva tarea higiénica están obligados los propietarios de los 30.000 perros censados en la capital.

La ordenanza incide en la protección de las mascotas y aboga, según se recoge en su preámbulo, por el «sacrificio cero». Tanto en el ámbito privado como en el Centro Municipal de Protección Animal «se protegerá la vida del animal hasta agotar todas las opciones éticas, sanitarias, de seguridad y medioambientalmente existentes para preservar su vida». Solo en el caso en el que el animal padezca afecciones crónicas graves o mutilaciones dolorosas sin posibilidad de tratamiento podrá ser sacrificado, al igual que las mascotas que presenten un carácter marcadamente agresivo. Siempre se realizará con un método indoloro. La ordenanza también incluye la esterilización de todos los animales que ingresen en el centro municipal en aras a evitar el abandono o el sacrificio de camadas indeseadas.

La norma potencia el bienestar animal y combate cualquier actitud de maltrato. Entre los preceptos en este sentido, destaca la prohibición de dejar a los animales solos en los domicilios durante más de tres días consecutivos y, en el caso de los perros, durante más de doce horas. De detectarse está infracción, calificada como grave en la ordenanza, su propietario se enfrenta a una multa de entre 600 y 1.500 euros. Otra de las novedades es la prohibición de poner collares de castigo con pinchos, que muchos propietarios de canes de complexión fuerte utilizan para evitar que el perro tire demasiado.

Como ya se anunció cuando comenzó su tramitación, por primera vez se crea la figura del alimentador autorizado. El carné lo otorgará el servicio veterinario municipal para determinadas especies, entre ellas las colonias de gatos asilvestrados que el Ayuntamiento considere que deben controlarse agrupadas, siempre y cuando no generen molestias al vecindario, ni riesgos sanitarios. El Ayuntamiento las censará y esterilizará a sus miembros para evitar la superpoblación. Se les podrá alimentar solo con pienso seco y retirar el que no haya sido consumido.

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La nueva regulación también dedica un extenso capítulo a las tiendas en las que se venden animales. Se prohíbe expresamente mostrar mascotas en los escaparates y se ordena de manera minuciosa la estancia de los animales en estos establecimientos para favorecer su bienestar.

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