![La multa por alimentar a los pavos del Campo Grande de Valladolid alcanza los 600 euros](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/201908/25/media/cortadas/pavo1-ky9-U801053100590LuE-624x385@El%20Norte.jpg)
![La multa por alimentar a los pavos del Campo Grande de Valladolid alcanza los 600 euros](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/201908/25/media/cortadas/pavo1-ky9-U801053100590LuE-624x385@El%20Norte.jpg)
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Miriam conde
Valladolid
Sábado, 24 de agosto 2019, 13:19
Entrar en el Campo Grande y ver una multitud de personas rodeando a los pavos reales es algo habitual. Las alarmas se han disparado estas últimas semanas ante el ataque de uno de los ejemplares a un niño que se encontraba con su madre junto ... al animal.
El director del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento, Ángel Asensio, asegura que «las agresiones por parte de los animales no son frecuentes» porque ellos están «acostumbrados» a recibir alimentos y añade que el único caso en el que podrían «atacar» es para «defenderse» ante los actos «repentinos», como «intentar agarrarlos» o «perseguirlos».
Lo que tal vez un ciudadano no se espera es ser multado por alimentar a los animales. Pero sí, está prohibido hacerlo. El artículo 8.1 de la ordenanza reguladora de la convivencia responsable y protección animal recoge que «está prohibido alimentar a los animales en la vía pública, a excepción de alimentadores autorizados expresamente y a excepción de urgencia vital del animal, siempre que estas excepciones no entren en conflicto con la salud y la seguridad de las personas». Bien es verdad que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento y que esta práctica está muy extendida a lo largo de todo el recinto y también a todos los animales allí presentes, no solo a los pavos reales, sino también a otros como las ardillas o las ocas.
Es en estos casos en los que la Policía Municipal debe actuar y castigar a los infractores. La cuantía de la multa se calcula en función del nivel de gravedad. En este caso, el de «facilitar alimentos en la vía y espacios públicos, solares, inmuebles abandonados y similares a animales, sin la preceptiva autorización municipal» es una infracción leve sancionada con multas que abarcan de los 150 a los 600 euros. Desde el Ayuntamiento se han llevado a cabo iniciativas como la colocación de carteles informativos –muchos de ellos arrancados o dañados– a lo largo de todo el parque, con el objetivo de recordar a los ciudadanos la expresa prohibición de alimentar a los diferentes animales.
El responsable del cuidado del Campo Grande, Luis Magdalena, afirma que, en los 18 años que lleva trabajando en el parque, «nunca» ha visto «ningún caso en el que un animal haya atacado a nadie» y se sorprende ante el reciente suceso del niño afectado. «Me extraña que solo por el hecho de dar comida al animal le haya atacado. Para eso ha tenido que hacer algo extraño o desconcertante que ha asustado al pavo real y él, en lo único que pensó, fue en defenderse».
«Gusanitos, pan y cacahuetes» son los alimentos que reciben a diario los animales del Campo Grande, comenta el responsable del recinto. Aun así, las ardillas, ocas, pavos reales... deben seguir una dieta variada en la que se introduzcan alimentos «adecuados» para cada animal con el fin de evitar provocarles enfermedades y problemas de salud, aseguran los expertos. Además, en los últimos días se ha visto a las ardillas colocarse sobre las papeleras para llegar con mayor facilidad a los restos que dejan los individuos que visitan el parque. De aquí tambien surge la importancia del reciclaje para el buen mantenimiento de los animales.
Pese a la docilidad, no se libran de su instinto. «Una vez, uno de los cisnes, que se encontraba en las inmediaciones del lago, se asustó porque un niño quiso coger a sus crías y le atacó con el pico y las alas», recuerda Luis Magdalena. También las ardillas han sufrido algún tipo de «acoso» por parte de los visitantes. «Muerden porque no se han limitado a dar comida, que es lo habitual».
No solo llama la atención alimentarlos, sino también fotografiarlos. Cada vez más retratistas se acercan a este tan llamativo lugar para acrecentar su colección particular. Es tal su actractivo que hasta el 'rey' del Campo Grande ha protagonizado el cartel de este año para la Feria y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo.
Para muchos niños, padres, abuelos y turistas, acudir cada día a dar un paseo por este parque es un momento de ocio fundamental. Ver la cara de alegría de un niño al dar de comer a un pato o la de un anciano mientras interactúa con los pavos reales y las palomas son prácticas que ya forman parte del patrimonio cultural de la ciudad.
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