Ana Mato y Daniel Prieto posando con sus hijos, Bruno y Matías, en su domicilio Danimantis

«A las mujeres, sobre todo, siempre nos toca sacrificar algo, o bien el trabajo o el cuidado de los hijos»

Ana Mato, dependienta, y Daniel Prieto, fotógrafo, afrontan las dificultades de la conciliación

Laura Negro

Valladolid

Domingo, 7 de junio 2020, 09:07

Ana Mato conoce bien las dificultades de compaginar el empleo y la familia. Tiene 22 años de experiencia como dependienta en el sector comercio, concretamente ... en el grupo Inditex, empresa que ha apostado por su plantilla manteniendo estos meses el empleo sin presentar un ERTE. Lleva unas semanas trabajando a puerta cerrada. Ha sido una vuelta complicada para ella, ya que no ha podido mantener el turno de mañana que tenía concedido desde que hace 13 años solicitó la reducción de jornada.

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Su marido, Daniel Prieto, es fotógrafo. Su estudio, Danimantis, lleva dos meses cerrado, con todo lo que eso supone. «Cero ingresos y haciendo frente a grandes gastos, como el alquiler, suministros y seguros», recalcan ambos. Su gran duda en este momento es qué hacer con sus hijos Bruno y Matías cuando él también retome sus quehaceres laborales.

«Nos han organizado en turnos estanco, para que siempre coincidamos con los mismos compañeros. Ahora me toca trabajar tres días de mañana y tres de tarde, algo difícil de llevar en este momento en que no hay colegio. Mi marido pensaba abrir su estudio fotográfico el 1 de junio, pero ha decidido quedarse unas semanas más con los niños hasta que yo coja vacaciones para no dejarles solos. No puede esperar más», explica esta madre de familia.

Permiso estival sin sueldo

«La situación en mi sector es muy dura. Todos los reportajes de bodas y comuniones han sido cancelados o pospuestos. Para intentar remontar estas pérdidas debo abrir la tienda lo antes posible, pero antes son mis hijos», resalta Daniel Prieto.

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En verano también será difícil conciliar. Por eso Ana ha solicitado un permiso no retribuido para julio y agosto. «La empresa no me ha puesto problemas por la situación excepcional. Lo malo es que no me corresponde ninguna ayuda. Sobre todo a las mujeres siempre nos toca sacrificar algo, o bien el trabajo o el cuidado de los hijos. Nosotros damos prioridad a los niños y tendremos que tirar de ahorros», reconoce.

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