Muere Maribel Rodicio, primera redactora de El Norte de Castilla, a los 72 años

La periodista Maribel Rodicio Martín falleció este lunes en Valladolid a los 72 años. Aunque estaba retirada de la profesión como consecuencia de un grave accidente de automóvil sufrido en junio de 2002, esta palentina de Santillana de Campos, localidad perteneciente al municipio de Osorno, donde nació el 16 de octubre de 1949, era un auténtico referente en el periodismo de Castilla y León.

Licenciada por la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid en 1974, siendo una niña estudió con una maestra palentina a la que cariñosamente llamaba «doña Marce», una mujer peculiar pues se ganaba la vida dando clases por libre después de que las autoridades franquistas la expulsaran de la profesión por su compromiso con la escuela republicana. La huella de doña Marce en Maribel fue intensa, como recuerda su hermano Fortu Rodicio, pues incluso en sus últimas horas la periodista tuvo un recuerdo cariñoso hacia ella.

Prosiguió sus estudios en el Colegio Filipense Blanca de Castilla (las famosas «Filipenses» de Palencia) antes de decantarse por el periodismo, si bien también cursó dos años de Derecho en la Universidad de Valladolid y tenía el título de diplomada en Francés por la Universidad de Toulouse. Maribel Rodicio llegó a El Norte de Castilla en 1972 como estudiante en prácticas; dos años después, escoltada por Fernando Altés, entonces director del periódico, y el redactor jefe José Antonio Antón, entró en la plantilla del decano de la prensa. Es cierto que en todas las crónicas figura como la primera mujer en pisar la redacción, que entonces estaba en la calle Montero Calvo, aunque antes de ella firmaron en el suplemento 'Moda y Hogar', impulsado por Miguel Delibes en los años 50, Elena Villegas y Leonor Mengotti, pero es que su manera de ejercer el oficio era diferente.

El suyo, en efecto, era un periodismo mucho más incisivo, mordaz y comprometido, todo un ejemplo para las generaciones venideras. Así se pudo comprobar en secciones como 'Tres minutos' y 'De ayer y hoy', donde dio un nuevo brío a la opinión y a las entrevistas, además de tomar el puso a la ciudad y a sus paisanos. Por la grabadora de Maribel Rodicio desfilaron personajes de primera línea en todas los ámbitos de la vida pública, como Santiago Carrillo, Rosa Chacel, Gregorio Peces Barba, Francisco Umbral, Claudio Sánchez Albornoz, Miguel Delibes, Concha Velasco o La Pasionaria, sin olvidar la infinidad de crónicas y reportajes que ya son parte indispensable de nuestra historia reciente. Especial relevancia tuvo la entrevista a Carrillo, la primera que concedía el máximo dirigente del Partido Comunista tras la legalización: «Fue en el primer mitin del PCE en Valladolid, el 23 de abril de 1977. Carrillo estaba escondido de la prensa. Ángel Cristóbal y yo llevamos a Maribel y así tuvo la exclusiva nacional», recuerda Javier Fernández, primer secretario regional de Comisiones Obreras.

La palentina fue pionera en la crónica política sobre el proceso preautonómico, tarea a la que se entregó con verdadera pasión y cuyos textos, que no dejaban indiferente a nadie, sobre todo a los políticos implicados, firmaba como 'María de Padilla'. Ella misma recordaba en 2005 que apelaba a la mujer del capitán comunero para, precisamente, «tirar de las orejas a los políticos cuando no lo hacían bien». Y es que, además de seguir con lupa los intrincados caminos de la autonomía desde 1978 hasta la aprobación del Estatuto, Maribel, que había formado parte fugazmente del Partido Socialista Democrático Español, no dudó en fustigar a quienes, siguiendo intereses personales y lógicas provincianistas, intentaban hacer naufragar el diseño autonómico. El periodista Luis Miguel de Dios destaca su faceta como cronista política en temas regionalistas, «valiente, a veces dura y siempre comprometida con su tierra», así como «su empatía con el entrevistado, pues Maribel nunca se mostró por encima de nadie, siempre estaba dispuesta a aprender. En el plano personal era todo corazón, generosa, desprendida y siempre echaba una mano a sus compañeros».

Fue, de hecho, la primera jefa de Prensa y Protocolo en las Cortes de Castilla y León (1983-1987) presididas por el socialista Dionisio Llamazares, quien la recuerda como una «periodista todoterreno. Fue la persona que más me ayudó, era inteligente, con sentido común, muy leal, y conocía muy bien el medio». También se hizo muy popular con sus crónicas taurinas tituladas 'Al Hilo del redondel', no en vano Maribel Rodicio fue, junto a la fotógrafa Henar Sastre, la primera mujer en pisar profesionalmente el callejón de la Plaza de Toros de Valladolid.

Del cariño que le profesaban aficionados, críticos y diestros son buena muestra los homenajes que le dedicaron la Federación Taurina (2003) y la Peña Afición Taurina (2013), o el reconocimiento, en 2018 junto a José Luis Lera, Pedro Iturralde y Luis Laforga, del Colegio Oficial de Veterinarios de Valladolid por su labor de cobertura a los festejos taurinos de la ciudad.

El torero Roberto Domínguez, además de lamentar «profundamente» el fallecimiento de Maribel «como vallisoletano, como taurino y como amigo», le dedicó en 2002 una carta al director con párrafos como éste: «Elogiaste lo bueno con orgullo; defendiste lo válido ante la incomprensión; recriminaste con voz maternal, para mí, fraternal, y te callaste las cosas que no pasan a la historia. Y ello, querida Maribel, siempre te diferenció».

Muy aficionada a la poesía, contribuyó a fundar la Asociación de Amigos del Romance y en 1980 obtuvo el segundo premio de Poesía de Castilla y León. Entre los muchos reconocimientos recibidos destacan el primer Premio Villalar de los Comuneros, en 1978, el Premio Monzón, en 1980, y el Premio de periodismo Francisco de Cossío 1993 y los premios Sarmiento y Juan de Baños, entre muchos otros. En 2005 recibió el Premio Cossío a la Trayectoria Profesional. El 2 de junio de 2002, un grave accidente de tráfico, que le mantuvo varios días ingresada en la UCI del Hospital Clínico Universitario, la retiró definitivamente de la profesión.

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