Muere un guardia civil que sufrió un accidente el domingo en Puente Duero

Allí, a su domicilio, se dirigía al volante de su turismo particular el domingo cuando sufrió una salida de la vía, a la altura del kilómetro 6 de la Cl-610, con la fatalidad de que su vehículo impacto frontalmente contra el pilar del viaducto de la intersección situada a la altura de Puente Duero. Fueron sus propios compañeros de Tráfico los que acudieron al lugar del siniestro, donde el agente pudo ser rescatado con vida, aunque con lesiones muy graves, y fue evacuado al Río Hortega.

«Sabíamos que estaba muy mal y esta tarde nos han confirmado su fallecimiento», han confirmado sus compañeros antes de destacar que Pablo, en un último servicio, «decidió donar sus órganos». El agente, que en los últimos años había recibido dos condecoraciones (2015 y 2016), no pudo superar el traumatismo craneal que sufrió en el impacto y el fatal desenlace ha sido comunicado a la Comandancia pasadas las dos de la tarde. Su cuerpo permanece ahora en el Río Hortega, donde será intervenido para cumplir su último deseo y donar sus órganos para «salvar vida».

El tanatorio de Las Contiendas, donde sus restos serán incinerados, acogerá el velatorio, a partir de las 14:00 del martes. El funeral tendrá lugar en la iglesia de la Vera Cruz el miércoles 1, a las 12:00.

El siniestro tuvo lugar en algún momento de la madrugada del domingo, puede que algunas horas antes de que el primer testigo se topara con el vehículo siniestrado y alertará al 112. Esto ocurrió a las 5:15 horas. La investigación apunta a que el choque contra el pilar del viaducto, en el desvío de la carretera de Puente Duero hacia Viana de Cega, pudo ocurrir con tiempo antes.

Cuando llegaron los primeros agentes al lugar del siniestro, en una vía interurbana, aunque dentro del término municipal de la capital (al lado está el barrio de Puente Duero), se encontraron con su compañero atrapado en el interior del vehículo, del que pudo ser sacado posteriormente por los Bomberos de la capital. Este lunes ha perdido la vida en el Hospital Río Hortega.

Pablo Escudero tenía pareja y deja dos hijas. «Era un buen compañero y un agente muy querido por todos nosotros en la Comandancia», destacan desde la Guardia Civil antes de concretar que el agente estaba destinado en el Núcleo de Servicios de la avenida de Soria. Aquí desempeñaba ahora labores de mantenimiento después de trabajar durante años en labores de traslado y vigilancia de presos a la prisión de Valladolid.

El agente, además, fue el portador durante «muchos años» de la corona de laurel con la que la Guardia Civil rinde homenaje a sus fallecidos en la celebración de su patrona, el día de El Pilar.