Muere el arquitecto Roberto Valle, autor del Museo del Vino, a los 70 años

Deudor de influencias de colegas como Alvar Aalto, Sigfried Lewerenz o Peter Zumthor, a mediados de los años 70 comenzó dedicándose a obras de interiorismo, de equipamiento y dotacionales para pasar luego a realizar viviendas residenciales y, ya en los años 90, a intervenir en edificios históricos para convertirlos en equipamientos culturales. Esta última faceta ha sido, sin duda, la más reconocida y valorada, pues comprende edificios tan emblemáticos como el Museo del Vino de Peñafiel, el Museo Etnográfico de Castilla y León en Zamora, el Museo de las Villas Romanas en Almenara-Puras o el Museo del Pan en Mayorga de Campos.

En su trayectoria de 35 años como arquitecto de la Diputación Provincial de Valladolid, Roberto Valle acometió las intervenciones más destacadas y galardonadas de la institución. Entre ellas, además de las ya citadas, la restauración del Teatro Zorrilla de la capital vallisoletana, el proyecto para el Centro de Interpretación de los Castillos en Fuensaldaña, la hospedería de Villalba de los Alcores, o la Granja Escuela 'José Antonio'. Obras suyas son también la remodelación de la Estación Campo Grande de Valladolid, la Posada Rural de Quintanilla de Onésimo, el Museo Ferroviario en Fabero (León), el Museo Neardental en Piloña (Asturias), el Centro Los Arribes en Fermoselle (Zamora), las Bodegas Leda y Montecastro en Castrillo de Duero y Tudela de Duero, la rehabilitación del Monasterio de Matallana y de la iglesia de Muriel de Zapardiel, la Residencia Geriátrica de Cabezón, equipamientos como las piscinas municipales de Zaratán, Mota del Marqués, La Parrilla y Serrada, el Parque de Bomberos de Íscar, el Club de Cazadores 'Faustino Alonso' en El Rebollar (Ciguñuela), y numerosos locales de hostelería y comercio, como el bar 'Farolito', el café 'Fisterra' y el bar 'La Curva', los tres en Valladolid capital, y el 'Café-Café' en Laguna de Duero.

Roberto Valle fue autor además de las Oficinas de Fasa-Renault (1985), de la Nave Azan del Polígono vallisoletano de Argales, de la fábrica de confección 'Virto' y de bloques de viviendas como los de la Cooperativa de Renfe en Huerta del Rey, los chalés de Cabezón de Pisuerga, y casas particulares en diversas localidades de la provincia vallisoletana. En declaraciones a El Norte de Castilla reconocía que el hilo conductor de su obra era la luz: «La luz está muy presente en el interior y en el exterior. La luz natural, directa, indirecta o tamizada es la que va a caracterizar esos espacios. Mi arquitectura siempre ha estado en ese aspecto penumbroso de los espacios interiores porque en esa sombra las dimensiones que definan la geometría de los espacios quedan más indefinidas y aparecen aspectos interesantes que atienden a los sentidos de la vista, el oído, el olfato».

Estaba en posesión del Premio Europa Nostra por el Museo de las Villas Romanas de Almenara-Puras, y del Premio Nacional de Arquitectura Dragados-CEOE por el Museo del Vino, entre otros muchos reconocimientos. Académico de número de la Academia de Bellas Artes de Valladolid, en 2018 el Museo Patio Herreriano le dedicó la exposición «Roberto Valle, los recursos del arquitecto». Dos años antes, la Diputación Provincial de Valladolid había expuesto sus obras y proyectos más relevantes.