De los Mozos: «Estamos perdiendo el trabajo hecho por el automóvil en 40 años»

El expresidente de Renault España y exdirector mundial de fabricación del Grupo Renault ha pronunciado una conferencia en la clausura de curso del Foro de Empresarios y la Fundación Schola en la que ha recordado que «el automóvil es una de las joyas de la industria en España, vertebra la península y genera empleo de valor añadido gracias a un trabajo hecho desde los años 50 y 60» pero que en el momento actual, «el mundo cambia muy rápido y el sector también» y existe un riesgo cierto de que «si el cambio se hace de forma abrupta, las cosas empeoren».

En un contexto geopolítico complicado, con problemas con los microchips, la inflación, las materias primas, los puertos y el transportes, todo ello recién salidos de la covid, el sector del automóvil «debe tener una voz única ante las Administraciones e ir todos de la mano», ya que «las multinacionales no son de aquí y en los momentos difíciles todos quieren producir en su país», ha advertido.

Muy crítico se ha mostrado con la lentitud que tiene en España la penetración del coche eléctrico y la extensión de la infraestructura de recarga. «Ahora, el coche eléctrico no responde a las necesidades del ciudadano, que es el que va a marcar el ritmo de la transición». Sin embargo, aunque «los constructores saben lo que hay que hacer, hay que entender también que unos y otros deben trabajar unidos para ser influyentes». «Es momento de lucha y si nos quedamos retrasados, la perla de nuestro país y de nuestra región perderá importancia».

Para De los Mozos «es urgente un plan de descarbonización en España, pero la gente no sabe qué comprar y sin las medidas necesarias, vamos a ser irrelevantes para los de nuestro entorno». Ahora bien, si la transición se hace bien, «con la llegada de la nueva movilidad España no perderá su posición de segundo productor de Europa».

Ha reclamado una legislación homogénea así como unos plazos realistas porque, según ha augurado, «después de 2035 se podrán seguir vendiendo en Europa coches híbridos que usen carburantes de bajas emisiones». También «un plan de choque y un pacto de Estado para que en los sectores estratégicos un cambio de gobierno no sea un cambio de rumbo porque tenemos que luchar contra rivales como Francia y contra Alemania».

«Cuando se cierra una fábrica -ha continuado-, la gente se pone a llorar, pero las cosas no pasan por casualidad. Castilla y León ha sido un ejemplo de adaptación al cambio de la cadena de valor y esto no debe dejarse caer. Hay que ir juntos», ha insistido. En este sentido, ha puesto como ejemplo el nivel de competitividad conseguido por las fábricas de Renault en España, que tiene «buenos trabajadores, buenos sindicatos y buenos mandos y ha sabido trabajar de forma ordenada».

Lo más importante es, en su opinión, «fijar con acierto y claridad lo que queremos hacer». «Sé que ser político es complicado, pero les pido que escuchen a la gente que sabe. En este país se escucha poco y las cosas se mueven cada vez más rápido. Necesitamos unidad de acción y rapidez de ejecución y, si lo hacemos bien, podemos lograr que el automóvil pase de ser el 10% a ser el 12% del PIB», ha concluido.