El misterio de las pegatinas con mensaje en los autobuses de Valladolid

Amante de la poesía, la lectura y la filosofía y declarada fan de Redry (David Galán) , el reconocido y viral poeta vallisoletano que comenzó dando a conocer sus frases a la ciudad. «Me inspiré en él y después he seguido mi propio camino para encontrar mi estilo y a mí también me encanta escribir», explica la joven.

En su mochila no faltan nunca las pegatinas y un par de rotuladores. Ha plasmado más de 2.500 citas en una especie de mural efímero desde que hace dos años comenzara a lanzar sus mensajes al mundo. Ha plasmado sus citas en buses y trenes de León, Salamanca, Zaragoza, Mallorca y deja su huella en cada ciudad a la que va. Le encanta viajar.

Empezó antes de la pandemia dejando sobres con mensajes algo más largos «para que todo el mundo que quisiera los leyera», dice. Entonces lo hacía en bancos, cajeros o puntos bien visibles de la ciudad eran su lienzo en blanco, pero llegó la pandemia ligada al peligro de tener contacto con cualquier objeto. «Me pasé entonces a una opción más segura, las pegatinas, más pequeñas y con mensajes más breves, que tratan de animar al mundo, me gusta tener pequeños detalles», dice esta fiel usuaria de Auvasa.

Sus líneas 'estrella' son la C1, la C2 y la 7. Es fácil ver las frases de 'Pandita', como firma en los ventanales de la mayoría de autobuses urbanos que circulan por Valladolid. Busca dejar una bonita huella sin vandalismo, por eso, elige pegatinas que se puedan despegar fácilmente. «Es mi forma de expresarme sin causar molestias a nadie», dice ella.

'Claro que vas a poder', 'Los ojos besan antes que la boca' o 'Dejarse querer también es de valientes' son solo algunas de las miles de frases que escribe cada vez que va en bus. «Las que no son mías las firmo con su autor, es lo justo», dice una apasionada de la lectura que cita a ilustres como Voltaire, Platón, María Zambrano o Pitágoras.

Alguna vez le han pillado, «algunos usuarios de bus me han visto pero no dicen nada y solo me miran y me sonríen después de leer mis frases y eso me llena», asegura la joven que trabaja de cara al público y sabe lo importante que es el valor de una sonrisa.

Sabe que, pese a que no hace nada malo, «a ojos de la ley no está bien visto poner pegatinas en buses, en cuadros de luz o en alguna pared pero lo seguiré haciendo porque es muy gratificante hacer que la gente se tome un momento para estar consigo misma», dice Panda, quien quiere «llenar» Valladolid de mensajes positivos. «Tenemos 15.000 oportunidades diarias para ser amables con los demás».

«Estas cosas forman parte de la vida de la ciudad. Lo dejamos estar, no nos parece mal y no vamos a tomar medida alguna al respecto», dicen desde Auvasa. Conocen bien sus pegatinas, «no suponen ningún incordio, pero cuando los conductores las ven al llevar a cabo la limpieza diaria de los autobuses las tienen que quitar. Todo debe llevar un orden», explica Álvaro Fernández, gerente de Auvasa.

Pero le propone un trato a Panda. «Si quiere puede ponerse en contacto con nosotros y podemos colaborar juntos o pensar una forma de dar promoción a sus mensajes como hicimos con Redry, que nos dedicó algunos versos. Si ella está dispuesta, la idea se puede llevar más lejos con otros medios que no sean pegatinas», finalizan desde la empresa de transporte.